Evita el Congreso destapar finanzas

La Cámara de Diputados y el Senado se resisten a abrir sus cuentas.

Diversos informes sobre el destino y manejo de recursos públicos carecen de difusión en ambas Cámaras.

Por ejemplo, los legisladores se asignan recursos para la manutención de oficinas que instalan en cada uno de los distritos de sus representados, pero no existe una verificación sobre si operan o no.

Un estudio realizado por el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) reveló que las áreas financieras de ambas Cámaras presentan deficiencias "considerables".

Uno de esos casos, según el CIDE, es que diputados y senadores se asignan un presupuesto interno que les permite accesar a créditos personales, sin un mecanismo de transparencia.

Entre las partidas, dice, existe un rubro para la renovación anual de automóviles para los legisladores, cuyo valor es determinado con base en los precios de las marcas BMW y Gran Marquis.

Aunque los autos se compren, se desconoce quién los tiene y cuánto costaron.

Esta información, para el Senado, es secreta. De hecho, pretenden que se conozca hasta el año 2012.

El estudio realizado por los académicos del CIDE Benito Nacif y Diego Díaz Iturbe arrojó que ninguna Cámara presenta la asignación, custodia y condiciones de la administración de los recursos públicos.

"Ambos órganos no muestran el archivo histórico de su información financiera, al menos de la presente Legislatura. No se pueden realizar...

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