¡EUREKA! / Innovación social y el desarrollo
| Autor | Raúl Taiyo Kariya Muñoz |
El siglo 21 o la era digital se ha caracterizado por la apuesta tecnológica y la digitalización, pues se han habilitado las bases para tener un sistema interconectado de escala global que permite a los nativos digitales conformar comunidades que trascienden fronteras.
De esta forma, la globalización se ha convertido en una categoría de análisis para explicar la interdependencia entre estados, comunidades, empresas transnacionales u organismos internacionales.
En este sentido, es innegable el proceso de transformación y cambio tecnológico dentro del cual estamos inmersos.
A la par de este proceso, existen dos términos recurrentes para hacer referencia a los cambios que han surgido: la innovación y el desarrollo.
Al ahondar en ambos conceptos, sobresale la naturaleza polisémica que comparten, pues de manera simultánea tienen una aplicabilidad y comprensión general que al mismo tiempo limita su entendimiento, ya que parten de una concepción lineal relacionada al progreso y la modernidad.
Por lo tanto, es común que al aplicar estos conceptos, no se reconozcan las condiciones reales sobre las cuales se quieren implementar.
Un ejemplo común se da con la sobresimplificación de la innovación social y el desarrollo, pues se dimensionan como un proceso de salvación del otro, ya que operan desde una lógica en la que se hace atractivo abordar los problemas sistémicos a través de alternativas adaptables a las necesidades de la sociedad.
En este sentido, es común que la innovación social se relacione a la capacidad de transformación social y la capacidad de resarcir la justicia social para las poblaciones y comunidades en situación de vulnerabilidad debido a la aspiración por generar condiciones de igualdad.
Sin embargo, muchas veces estas alternativas terminan reproduciendo soluciones sistemáticas que abonan a la perpetuación de las mismas relaciones asimétricas entre los que planean y quienes se "benefician".
En este sentido, se vuelve imperante replantear la definición de innovación social y desarrollo en relación con su operacionalización.
Si bien este ejercicio no es sencillo, la resignificación conceptual de este término evitaría caer en falsas narrativas que, desde la proyectitis, prometen la salvación de las personas a través de múltiples intervenciones.
Esta reconceptualización debe partir del reconocimiento de la innovación y el desarrollo como procesos...
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