Etica, libertad y felicidad

AutorMiguel Ibarra

Todos hemos escuchado la palabra ética y la relacionamos con cosas que no nos gustan: quizá con una materia de quinto de preparatoria que odiamos en nuestros años de bachiller; o bien, la ciencia a la que ésta se refiere, la rama de la filosofía que estudia el comportamiento y las concepciones del hombre sobre el bien y el mal.

El punto es que vemos a la ética como un conjunto de prohibiciones. No hagas esto, no hagas aquello... Y no como un conjunto de normas de comportamiento que nos pueden facilitar nuestro acceso a la felicidad.

El punto es que la ética no nos prohíbe, al contrario, un comportamiento ético nos amplia nuestra libertad. Aristóteles, por ejemplo, relaciona la ética con la felicidad. Para muchos así la cosa ya cambia, ¿quién no quiere ser feliz? Dice este gran griego que el hombre, para ser feliz, debe de realizar actividades exclusivas del hombre. La felicidad no la encontramos en sentir placer o en el simple hecho de vivir, eso es común a todos los animales; buscando algo privativo de la especie humana encontramos sólo dos cosas: la razón y el amor; ejerciendo estas dos facultades el hombre podrá ser feliz y, por otro lado, cualquier comportamiento guiado por el amor y por la razón será necesariamente correcto. Cierto es que a...

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