Eterno vampiro

MÉXICO.- Germán Robles, el vampiro eterno, falleció el sábado en un hospital del Distrito Federal a los 86 años víctima de peritonitis y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Robles nació en Gijón, España, y a los 17 años emigró a México, donde hizo toda su carrera actoral.

Un ataúd, unos colmillos y una maldición milenaria marcarían el destino de un debutante Germán. El Vampiro, de 1957, sería la cinta que le daría la estafeta de estrella internacional.

No sería fácil despojarse del Conde Karol de Lavud, pues gracias al éxito hicieron la secuela El Ataúd del Vampiro e incluso su tercer trabajo sería El Castillo de los Monstruos, en donde, de manera irrisoria perseguía a un Clavillazo miedoso.

Los productores volvieron a requerir de sus servicios en los 60 como el monstruo elegante para la cinta La Maldición de Nostradamus y le siguieron La Sangre de Nostradamus, Nostradamus, el Genio de las Tinieblas y Nostradamus, el Destructor de Monstruos.

Hasta los 70 volvería a una trama vampírica, pero ahora como enemigo de los chupasangre, en Los Vampiros de Coyoacán, junto al luchador Mil Máscaras y Sasha Montenegro.

Sería el cine de los 70, el teatro y hasta el doblaje lo que le darían variedad a su carrera.

En los melodramas llegaría a sobresalir a partir de la primera versión para televisión de El Derecho de Nacer. Su...

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