Estudian niños daños al coatí

AutorDalia Gutiérrez

Al escalar el icónico Cerro de la Silla, es común observar por lo menos a un coatí que se acerca a los paseantes o a los botes de basura en busca de alimento.

Para estos pequeños mamíferos que habitan en el paraje natural, ya no es extraño comer un gajo de naranja, una galleta de chocolate o frituras con chile que los visitantes les dan cuando visitan la zona, sin pensar en el gran daño que les están ocasionando.

"Queremos que la gente conozca el daño que les hacen al darle comida o al tirar basura", dice Fernanda Tamez, estudiante de 12 años en el Colegio Madison, de Monterrey.

Junto con su compañero de secundaria Jorge Alanís, realizaron este año una investigación para medir el impacto del ser humano en la población del coatí que habita en esta área natural protegida.

Con la asesoría de su maestra de ciencias, la bióloga Ana Hernández, dedicaron más de seis meses a estudiar a estos mamíferos, para conocer en qué nivel el ser humano está alterando su alimentación y por lo tanto, dañando su salud.

Analizaron en laboratorio 156 muestras de excremento recolectadas desde la entrada del paraje hasta el teleférico, punto más frecuentado por los paseantes y donde es común observar que alimentan a los coatíes.

En sus resultados encontraron que el 32 por ciento de las muestras contenían restos antrópicos, es decir, alimentos o desperdicios que no son parte de la alimentación natural de la especie y que fueron llevados por el ser humano.

"Nos sentimos muy tristes al ver el daño que les estamos ocasionado a los coatíes, los desechos que están consumiendo", expresa Jorge, también de 12 años.

De las muestras con restos antrópicos, un 68 por ciento contenía residuos orgánicos, principalmente naranja, cacahuate y pistache.

El 32 por ciento restante tenía desperdicios inorgánicos, en su mayoría plástico. También se encontraron trozos de vidrio, aluminio, textil, chicle y alambre.

Preocupados por los hallazgos, se reunieron con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para exponer la problemática. La dependencia les indicó que son los primeros en realizar una investigación sobre el tema en esta zona.

Actualmente están en pláticas para establecer en conjunto estrategias de solución.

EL DAÑO

Una naranja es un alimento saludable para el ser humano, pero para un animal como el coatí puede ser perjudicial.

"Aunque sea una fruta", explica Jorge, "no es endémica, que crezca naturalmente (en la zona), no está en la dieta natural del coatí, a...

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