La del Estribo / Súper teibolera

"En la escuela todos la llamábamos Barbie superestar".

Joaquín Sabina.

Desde siempre la idea del comic y mucho más del comic animado se asocia a la idea de la infancia y la adolescencia temprana, esto resulta lógico si tomamos en cuenta que se trata precisamente de la edad en la cual uno es más propicio a tener fantasías y dejarse llevar por ellas.

Aunque en Europa el mundo de la historieta para adultos tiene ya una vieja tradición que se remonta a los años sesenta, en América (por no decir exclusivamente en los Estados Unidos de América) su desarrollo ha sido lento y de forma radicalmente diferente.

En el viejo continente títulos como "Bedé" o el "Lui de bolsillo" recrearon la vista y la imaginación de franceses y escandinavos con su alto contenido de sexo fantástico, algunas veces incursionaban de manera exitosa y por demás cachonda en la crítica social; así podíamos ver en sus páginas heroínas con cuerpos perfectos cabalgando al infinito sobre falos que no se doblaban nunca, o tal vez un par de jovencitas acariciando sus impúberes adentros en el baño de alguna secundaria pública.

En lo que respecta a nuestros vecinos los gringos, el comic para adultos tenía una connotación mucho mayor de ciencia ficción y problemas sicológicos causados por la guerra, que sexo sano y divertido, el mejor ejemplo es "Heavy Metal" que como su nombre lo indica está gruesísimo y no es apto para cachondos comunes y corrientes.

En nuestro país algunas muestras nos han llegado gracias a la apertura y al talento de los gachupines, sus tiras cómicas de corte erótico son simplemente geniales, entretienen, llevan siempre un mensaje rescatable y son capaces de hacer que se masturbe un muerto. Lo...

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