La del Estribo / El precio de la libertad

"A lo largo de los años aprendí que el amor viene del alma y el alma no tiene sexo"

Oscar Wilde.

Miércoles candente y cachondo; los termómetros de gran parte del territorio mexicano se encuentran al tope, y no hay hielo que dure para enfriar una rica y siempre bien recibida chela.

La nota cachonda del día de hoy sin lugar a dudas es la detención de la persona que en su momento le dio vida al personaje de "La Bugambilia", Armando Palomo hoy Libertad Palomo.

La actriz que participó en "Aventurera", obra basada en la cinta clásica del cine nacional escrita por Alvaro Custodio en 1949, fue detenida al grito de ¡policía judicial, contra la pared! la noche del viernes en un teatro de la ciudad de Puebla a unos minutos de presentar la obra "Violines y Trompetillas". Al parecer la detención ocurrió porque Libertad se había identificado con una credencial de elector con otro nombre.

¡Coño! Imagine usted mi coraje al yo comprar mi boleto de teatro y avión con anticipación sólo para ver en primera fila la función, con un pie en aeropuerto de la ciudad de los ángeles me entero de que no habrá función pero como bonificación a mis gastos, se me entregaría seis cajas de camotes y 4 de borrachitos ¡qué poca madre!

A Libertad la conozco de ya tiempo atrás, hemos convivido en varias tardes bohemias, amenas e incansables por cierto, que terminan al alba del día siguiente, todas ellas han sido envueltas por un ambiente que sólo Libertad lo puede generar. Ella y yo somos de la misma generación, los dos somos de escuelas maristas, en fin, no me extraña que los dos también hemos roto esquemas, digo lo auténtico no se da por generación espontánea, modestia aparte.

Ella al decidir cambiarse a un estilo de vida completamente diferente al que la naturaleza le había proporcionado, sabía que era un paso sin marcha atrás, y que como tal iba a tener sus consecuencias. Seguramente no tenía contemplada ésta, la poca cobertura que tiene la ley para con los homosexuales, como por ejemplo el cambio de nombre. Ni modo que...

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