Estancadas negociaciones del Brexit luego de amargo vals de Salzburgo

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 28 (EL UNIVERSAL).- A medio año del Brexit, el 29 de marzo de 2019, el riesgo de un amargo divorcio entre el Reino Unido y Bruselas proyecta su sombra después del rechazo del plan Chequers de la primera ministra británica Theresa May, considerado "inviable" por sus 27 socios de la Unión Europea (UE).

La semana pasada en Salzburgo, Austria, una de las cunas del vals y lugar de nacimiento de Mozart, la cumbre europea fue unánime en su oposición al plan Chequers, adoptado por May y su gabinete en julio al costo de varias renuncias, entre ellas las de los impulsores claves del rompimiento con el bloque, Boris Johnson (Relaciones Exteriores) y David Davis (secretario de Estado para Salir de la UE), quienes compararon el acuerdo con "el estatuto de una colonia".

Se esperaba este resultado, ya que la propuesta delinea un convenio aduanal para evitar una "frontera dura" en Irlanda mediante la creación de un área de libre comercio UE-Reino Unido, con el segundo apegándose a un "libro de reglas comunes" para mercancías, sin incluir servicios.

Sin embargo, Bruselas insiste en que no debe existir una frontera física en Irlanda y quiere que la provincia británica del norte de la isla?que votó en contra de abandonar la comunidad en 2016?permanezca esencialmente dentro de su Unión Aduanera.

Donald Tusk, residente del Consejo Europeo, afirmó durante la cumbre informal que el proyecto de May necesita replantearse, mientras que su colega francés, Emanuel Macron, en el papel del dirigente más poderoso del bloque dada la posición debilitada de la canciller federal alemana, Angela Merkel?si bien su propia popularidad se ha hundido?aseguró que el voto para dejar la UE fue promovido "por quienes predijeron soluciones fáciles. Son unos mentirosos", en alusión a Johnson y sus aliados.

De vuelta en Downing Street, May, declarada por los medios británicos como una víctima de humillación, exigió "respeto" a sus contrapartes e indicó que sólo ofrecen dos opciones para una relación económica tras el Brexit.

Una implicaría que el país se mantenga en el área común y en una unión aduanera.

"Esto significaría que aún tendríamos que acatar todas las reglas de la UE, que continuaría la inmigración descontrolada y que no podríamos realizar acuerdos comerciales con otras naciones", enfatizó.

La segunda opción es que Irlanda del Norte siga siendo parte del bloque comercial, lo que la dividiría del resto del Reino Unido.

"Es algo que nunca aceptaré...

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