Desde la Esquina / Domingo siete

Hace por lo menos tres sexenios que el país está hundido. La responsabilidad principal es suya.

Su proyecto ha fracasado en todos los órdenes. Ahí están los hechos: más de la mitad de la población está en la extrema pobreza, y el 15 por ciento de la población sobrevive con menos de un dólar diario.

El gobierno priista está catalogado como altamente corrupto. El 34 por ciento de la población está por debajo del límite nacional de pobreza. Los últimos gobiernos priistas han creado las condiciones para que haya 26 millones de mexicanos viviendo en la pobreza extrema, según cifras oficiales.

El PRI ha hipotecado el futuro del país. Y no es metáfora, es el Fobaproa. Y ese proyecto priista naufragado arrastró a todos y a todo: hoy, hasta los propios priistas hablan del cambio del cambio, se llenan la boca con el sospechoso asunto del "nuevo PRI".

Aun siendo los principales responsables del desastre, PRI y el gobierno federal están intentando un montaje desesperado para mantenerse en el poder.

Para ello han organizado un proceso maquillado de selección de un candidato que ya fue electo por el jefe real de ese partido, el presidente de la República.

Hoy domingo siete, el partido oficial pretende de los mexicanos salgamos a votar por uno de sus cuatro precandidatos, cuando todos ofrecen y prometen más de lo mismo mediante un lenguaje dizque renovador: ahora sí...

Ese montaje, que hoy encontraremos ya instalado en nuestras calles, es una trampa para cazar incautos con el señuelo de un cambio.

Pero ¿cuál cambio? Si son los mismos salinistas de ayer, y los mismos precandidatos se lo echan en cara. Ese maquillaje pretende hacer pasar al PRI por un partido democrático. Pero lo que buscan es que nada...

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