De espíritu retro

AutorCecilia Núñez

Enviada

ACAPULCO, Guerrero.- Basta un paso dentro del Boca Chica para que aquel Acapulco de los años 50 reviva en oleadas de recuerdos.

El verde agua que llena de color las paredes, el mobiliario original y hasta el refrigerador vintage repleto de yolis en botellas de cristal invocan la playa de Caleta, cuando era uno de los escenarios naturales más fotografiados y añorados del continente y aquellos tiempos cuando las estrellas de Hollywood elegían este destino como su enclave secreto.

Después de tres años en renovación, del trabajo de más de 200 personas involucradas (entre arquitectos, diseñadores de interiores, especialistas en hotelería y obreros) y de un sinfín de expectativas acerca de este emblema resurgido de las cenizas, el Hotel Boca Chica abrió sus puertas el viernes 19 de marzo, operado por Grupo Habita.

"Estamos recuperando este paraíso que dejamos que se perdiera. Caleta podría haber sido un Saint Tropez, un South Beach... El reto de darle vida en el siglo 21 a este clásico es que la gente redescubra ese Acapulco paradisiaco, auténtico y folclórico", comenta Carlos Couturier, uno de los socios del hotel.

La transformación de Boca Chica fue sutil.

Se siente una atmósfera más sofisticada, pero su esencia sigue intacta según Mario Nadal, gerente general.

También siguen intactos la arquitectura, su legendaria alberca, el restaurante de sushi con todo y su mobiliario original, las celosías y los pisos de mármol y granito.

El cambio se siente en sus 36 habitaciones con vista al mar: las pequeñas ventanas se convirtieron en puertas corredizas que dejan pasar el mar y la brisa del exterior; se hizo una reinterpretación de las lámparas y los muebles antiguos, y las regaderas son un detalle que se agradece, al estar situadas fuera del baño para no perder de vista el paisaje ni siquiera durante la ducha.

José Rojas y Frida Escobedo, los diseñadores de interiores a cargo de la delicada restauración, explican que este lugar ya era privilegiado.

"No tuvimos que agregar, más bien equilibramos. Tomamos elementos locales, piedritas, artesanías y caracoles para traer al interior la personalidad de ese Acapulco viejo y los mezclamos con el estilo de los 50", menciona Escobedo.

Otras modificaciones que también sorprenden son las creaciones del chef Keisuke Harada, que rinden honor a la barra de sushi del antiguo restaurante, el spa con cinco cabinas para masaje y el Coco Wash, una disco que promete reunir la energía de la vida del puerto.

Don...

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