Con espíritu joven
| Autor | Areli Ávila |
En los años 80, cuando apenas unas seis vinícolas chilenas exportaban sus productos, la Viña Cousiño Macul llegó a ser "la viña top" de Chile, recibiendo excelentes críticas de expertos como Robert Parker y Hugh Johnson.
Con el paso del tiempo la casa situada en Macul, en el Valle del Maipo al este de Santiago, dejó de ocupar ese privilegiado sitio en parte por la proliferación de bodegas con fuertes estrategias de promoción -hoy existen alrededor de 250- y en parte, porque "se durmió en sus laureles".
A decir de Cristóbal Parada, gerente de exportaciones de América y Asia en su reciente visita a la Ciudad, hoy la viña con presencia en 45 países del mundo ha entrado en una nueva etapa de desarrollo que se refleja no sólo en su organigrama sino también al destapar botellas de cosechas recientes.
Parada forma parte de la nueva generación de gerentes de treinta y tantos años a los que la casa les ha apostado desde hace tres años para tratar de recobrar el campo de juego.
Incluso la jubilación de Jaime Ríos, el enólogo de la casa desde 1965 y encargado de 33 de sus vendimias incluyendo la cosecha 99 de su vino premium Finis Terrae, le abrió el camino a Matías Rivera de 35 años y pupilo de Ríos por 7 años, quien en la cosecha 2003 ya muestra su espíritu joven al resaltar las afrutadas pero sin perder la personalidad del vino.
"Tratamos de buscar un balance entre la elegancia y la fineza de los vinos franceses con las frutas de los australianos, para encontrar un mundo intermedio", menciona Parada, "y afortunadamente el nuevo estilo de vino ha gustado mucho".
Otras variables que influyen en sus vinos es el uso exclusivo de uvas de sus propios viñedos, ubicados en Macul y otro en Buin, a 32 kilómetros al sur del primero, y cuyas parras fueron traídas directamente desde Francia y Alemania antes de la filoxera.
Un poco de historia
Localizada en las faldas de los Andes, en la hacienda de Macul ya se cultivaban la vid cuando fue transferida en 1564 al conquistador español Juan Jufré por parte del rey de España.
En 1856 el predio fue adquirido por Matías Cousiño, quien aparte de producir vino desarrolló las minas de plata más ricas de Chile, construyó la primera plata para fundir cobre, construyó una línea de tren para transportar los minerales y se expandió hacia la minería del carbón.
Tras su muerte en 1863, su hijo Luis junto con su esposa Isidora Goyenechea se encargaron de traer variedades francesas originales de Europa como Cabernet Sauvignon...
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