Esperanzador e inédito

AutorEL NORTE / Staff

VIENA. El maestro Riccardo Muti, de 79 años, casi desapareció de escena. Llevado por la música, la estrella napolitana se arrodilló, echó hacia atrás su cabello entrecanoso y enfatizó el ritmo del vals como si manejara un látigo frente a la respetada orquesta.

Así dirigió el tradicional Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, celebrado en la imponente Sala Dorada del Musikverein de la capital austriaca, reportó el periódico belga Grenz-Echo.

La velada fue inédita. Por primera vez en sus 81 años de historia, el concierto de bienvenida al naciente ciclo se realizó con butacas vacías ante las restricciones de la pandemia del Covid-19.

"La música de Strauss encaja en esta situación mundial. Necesitamos música que nos haga reír y pensar", señaló Muti durante los ensayos.

Pero dirigir sin público sí le despertó un raro sentimiento.

"La polka-schnell es como un tren rápido que arriba a la estación", comparó. "Uno esperaría que alguien te espere ahí y reaccione con tu llegada. (Sin embargo) la orquesta sabe que estamos conectados con millones de personas en todo el mundo. Les enviamos esperanza".

Ésta es la sexta vez que el italiano dirige la Filarmónica en un Concierto de Año Nuevo. La primera vez fue en 1993; la más reciente anterior, en 2018.

La presentación se transmitió a unos 90 países y llegó a más de 50 millones de personas.

Antes de ejecutar "En el bello Danubio azul", de Johann Strauss hijo, obra ícono del concierto, Muti lanzó un llamado a los gobernantes mundiales: "Consideren a la cultura como...

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