Esperan verano concurrido

AutorCarmen González

Desde el pasado miércoles 23 las playas de Pensacola, al noroeste del estado de Florida, se han visto invadidas por la "marea negra" causada por el derrame de petróleo en el Golfo de México.

Aunque estas playas tan apreciadas por su blanquísima y suave arena siguen abiertas a los visitantes, ya se ve ondeando la doble bandera roja que prohíbe nadar en el mar.

Del otro lado de la península, mirando hacia el Atlántico, existe preocupación tanto de prestadores de servicios como de los turistas de ciudades como Miami y Fort Lauderdale sobre las dimensiones que alcanzará el desastre que comenzó el 20 de abril.

Las autoridades de estas ciudades se esfuerzan por difundir las acciones de seguridad y monitoreo que emprendieron para dar tranquilidad a los turistas.

"En algunas zonas de Miami se realizan mediciones del agua, para saber si el mar ya presenta porcentajes de petróleo o de contaminantes", informó Erika Arzate, representante en México de la Oficina de Convenciones y visitantes de Miami.

"Y en nuestra página web mantenemos informada a la gente a través de webcams, fotos y reportes".

La agitada actividad de los cruceros no se ha visto trastocada, ya que el principal puerto receptor de estos navíos, ubicado en Fort Lauderdale -a unos 845 kilómetros de Pensacola-, no ha registrado hasta la fecha presencia de crudo.

"Florida es un estado enorme. La gente escucha que ya llegó el petróleo a una cierta área y creen que todo el estado está igual, pero no es así", aclara Fernando Harb, director comercial de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Fort Lauderdale.

Pese a que el panorama luce muy desalentador para muchos, las autoridades de turismo del estado se muestran optimistas respecto a la temporada de verano que recién inicia y...

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