'Esperábamos la muerte'

AutorSteven Lee Myers

The New York Times

MOSCU.- "Estábamos esperando la muerte", dijo Olga Chernyak, una periodista atrapada junto a otras 750 personas dentro del teatro moscovita cuando el sitio de las guerrillas chechenas llegó a su sangriento y violento final.

Con ya más de dos días en cautiverio, tuvieron que seguir esperando. A las 2:00 horas, cuatro horas antes de la hora límite para que las guerrillas empezaran a matar a sus rehenes, dos de los cautivos fueron baleados, un hombre y una mujer.

No se sabe por qué. "El hombre recibió un disparo en un ojo", dijo Chernyak, periodista de la agencia de noticias Interfax, "y luego hubo mucha sangre".

Los doctores sacaron del edificio al hombre y a la mujer a las 2:30 horas, y luego, nada. La espera se prolongó durante la húmeda y fría noche, creando tensión dentro y fuera del teatro, un renovado centro comunitario de una cercana fábrica de cojinetes.

A las 3:25 horas retumbó una gran explosión en todo el vecindario, seguida de estallidos y disparos de armas de fuego, pero después siguió otro periodo de calma.

Oficiales del puesto de comando ruso siguieron en contacto por teléfono durante la mañana con el líder de las guerrillas, Movsar Barayev, pero recibieron lo que alguien llamó "respuestas confusas" sobre lo que estaba sucediendo en el interior.

El sitio continuó, según parece, hasta que las fuerzas especiales rusas empezaron a bombear gas al teatro alrededor de las 5:30 horas, llenando el interior con un humo invisible pero punzante.

"No sé qué clase de gas es, pero veo la reacción", otra periodista, Anna Andrianova, dijo desde el interior del teatro en una desesperada entrevista con la estación de radio Ekho Moskvy, la cual se realizó aun cuando empezó la incursión de las fuerzas especiales.

"Vemos, sentimos, respiramos a través de la tela", reportó Andrianova, luchando por continuar en medio del gas y del miedo.

"Los nuestros están haciendo algo", refiriéndose a las fuerzas del Gobierno cuando incursionaron en el edificio. Entonces, en el fondo pudieron escucharse los estallidos de las armas de fuego.

"¡Oh, Dios!", dijo la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR