Espera un día volver tras el Che

AutorSilvia Isabel Gámez

Gustavo Villoldo no teme al juicio de la historia; su conciencia, dice, está limpia. Se le puede identificar todavía en algunas imágenes, posando junto al cadáver tendido del Che sobre el lavadero del Hospital Nuestro Señor de Malta, en Vallegrande.

Hasta hoy, este cubano de 72 años, anticastrista confeso, no se explica cómo el guerrillero al que persiguió primero en el Congo y luego en Bolivia bajo las órdenes del Presidente René Barrientos y de la CIA, pudo convertirse en un icono mundial.

Cuatro décadas después de la ejecución de Ernesto Guevara en La Higuera, Villoldo cree que fue una acción justificada.

"La injerencia de la guerrilla del Che en los asuntos internos de Bolivia no hizo necesario un juicio para que el Presidente Barrientos diera la orden de ejecutarlo. Atacó la soberanía de un país y pagó las consecuencias", señala en entrevista.

Hace diez años, Villoldo se volvió noticia al afirmar que fue él quien sepultó a Guevara, la madrugada del 11 de octubre de 1967 por órdenes del Gobierno boliviano.

Quien estuvo al frente del equipo de la CIA encargado de capturar al Che, asegura haberlo enterrado junto con otros dos guerrilleros, el Chino Juan Pablo Chang, y Willy, Simón Cuba, a tres metros de profundidad en un área cercana a la antigua pista de aterrizaje de Vallegrande, al parecer no muy lejos del lugar donde, el 5 de julio de 1997, un equipo de especialistas cubano-argentino informó haber hallado siete osamentas, identificando la número 2 como la de Guevara.

"Aquí hay un conflicto numérico", sostiene. "Los muertos no se multiplican ni caminan. Yo tengo la prueba de dónde está el Che; no me importa que me crean, no espero ganar un concurso de popularidad. Sé lo que hice, sé donde estuve, nadie puede refutar mi acción".

Desde 1997, Villoldo ha ofrecido a Aleida Guevara, la hija del guerrillero, su "ayuda incondicional", viajar juntos a Bolivia para buscar la sepultura. Es por eso que no ha incluido el documento con las coordenadas de la tumba en el archivo del Che que, tras conservar 40 años, subastará este mes en Heritage Auction Galleries.

Dicho lote contiene un mechón de cabello del guerrillero que Villoldo le cortó antes de la autopsia, el mismo que también, desde hace una década, le ofrece a Aleida para que pueda comprobar, mediante una prueba genética, si los restos que se encuentran en el mausoleo de Santa Clara son realmente los del guerrillero. Aleida nunca le ha respondido, pero su madre, la viuda del Che, lo ha...

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