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| Autor | Javier Tejado Dondé |
Una gran cantidad de temas se encuentran pendientes en los sectores de telecomunicaciones y de radiodifusión. Algunos son herencia de administraciones pasadas y otros producto de la convergencia tecnológica, de la propia dinámica empresarial o de las expectativas de actores sociales o políticos.
Entre estos están los desacuerdos de interconexión entre varias empresas y la propia reglamentación de interconexión; las declaratorias de dominancia en algunos mercados; la conclusión de las reglas de portabilidad; la ejecución de las licitaciones de espectro ya programadas; la definición de la política de estado para el impulso de la banda ancha; al igual que la definición del estándar para la radio digital con la consecuente necesidad de transición para la radio en AM; las definiciones en materia de retransmisión y regulación de contenidos; una política pública que permita a los medios públicos eficientar sus ingresos y/o tener adicionales para que puedan digitalizarse; avanzar en la consolidación de las áreas de servicio local; y, la coordinación entre autoridades federales y electorales para hacer operativa la reciente reforma electoral -en lo referente a medios electrónicos- son sólo algunos de los asuntos que las autoridades tienen como pendientes y tendrán que resolver a la brevedad.
Se antoja complicado encontrar soluciones con respecto a temas tan variados y complejos, en el corto plazo, en virtud de que los criterios distan de ser unísonos entre la Cofeco, la SCT, la Cofetel y la SG; a lo que hay que agregar la incertidumbre que generan iniciativas legislativas para: modificar los marcos normativos de la inversión extranjera en las telecomunicaciones; incrementar exponencialmente las sanciones de la Cofeco; o, de plano, modificar íntegramente el marco normativo de las telecomunicaciones y la radiodifusión -todos ellos temas que por su complejidad deberán esperar al siguiente periodo de sesiones.
Quizá el único punto de encuentro entre los temas arriba citados es que la mayoría de los actores -tanto públicos como privados- tienen preestablecido hacia dónde deberían de moverse los reguladores y/o la normatividad. Sin embargo, los consensos han pasado a segundo plano y por ello los acuerdos son tan difíciles de encontrar. Así la regulación de las telecomunicaciones se ha estancado y con ello buena parte del País.
Ya es momento de que se tomen definiciones para avanzar en este sector, aunque quizá la clave para tomar estas sea a partir de...
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