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Espectacular

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Vincent
AutorPaula Ruiz

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El secreto para disfrutar del Ringling Bros. and Barnum & Bailey con todos los sentidos es simple: hay que abrir bien los ojos y estar atentos para no perder ningún detalle del espectáculo llamado "el más grande del mundo".

Ayer, la Arena Monterrey se convirtió en un espectacular circo en el que hubo payasos, malabaristas, equilibristas, acróbatas, zanqueros, bailarinas, domadores, elefantes, caballos y tigres de bengala.

El Fully Charged, como la compañía estadounidense bautizó su gira, hace honor a su nombre porque verdaderamente está "súper cargado" de emoción.

Puntuales, de acuerdo con lo marcado en el boleto, a las 16:00 horas, las luces de la Arena se apagaron y sólo se mantuvo iluminada el área de cancha, donde desfilaron los más de 100 artistas que conforman el show, que en su función de estreno registró una audiencia superior a las 5 mil 500 personas, entre niños, jóvenes y adultos.

En su papel de maestro de ceremonias, el español Jorge Escribano condujo al público regio por una mágica aventura de poco más de dos horas.

Para iniciar la gran fiesta circense, los artistas, junto con los elefantes y los caballos, desfilaron a lo ancho de la cancha para dar la bienvenida a la gente e iniciar así Fully Charged.

El dúo de payasos Vas y Stas fueron los responsables de enchufar y cargar de energía el circo, que contó entre sus estrellas a Tabayara, el entrenador chileno de animales, quien llegó a la pista acompañado de seis majestuosos caballos blancos.

Más tarde, los hermanos Tulga y Badma mostraron sus habilidades de fuerza, al cargar dos grandes troncos.

Uno de los primeros momentos de tensión que receta el espectáculo se vivió con la tropa Danguir, que ejecutó con maestría y precisión lo que llaman "Salto de la Fe" en la cuerda floja.

"Lo que hay que hacer para comer", dijo uno de los artistas y agregó un efusivo "¡viva México!".

"¡Viva!", repitieron con fuerza los asistentes, quienes se mantuvieron asombrados al ver los malabares en el péndulo de los hermanos Alberto y Guillermo Fernández, los únicos mexicanos del Ringling.

Para dar un respiro a tanta emoción, a las 17:10 horas hubo...

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