Pequeños especiales

AutorLizeth Villegas

El 10 de mayo es un día especial para las madres; se les premia su esfuerzo, sacrificio e inmenso amor, que cada día derraman en sus hijos.

Y aunque todas las madres merecen ser reconocidas por su entrega, existe un grupo de mamás que, sin duda, han tenido que pasar el doble de sacrificios y esfuerzos, convirtiéndose en madres especiales.

Lucía Gamboa tiene 30 años y lleva cinco de casada. Al año de haberse casado quiso embarazarse, pero no lo lograba.

Hace dos años intensificó su deseo y logró embarazarse, pero abortó. El doctor le dijo que esperara un tiempo antes de volver a intentar y fue hace un año cuando por fin tuvo a su bebé.

Con todo el amor de una madre, Lucía recibió a Diego, quien nació con síndrome Down.

"Al principio me preguntaba por qué a mí, si en el mundo había tantos niños huérfanos, porque mi niño, al cual esperaba con tanto amor, nació enfermito", recuerda.

"Esa tonta idea se fue evaporando. Cada minuto que Diego pasaba conmigo me hacía sentir la mujer más dichosa de la tierra. Las caricias, la ternura y el amor que Diego nos ha dado a mi esposo y a mí, no las puedo comparar con nada".

Lucía afirma que su hijo es una bendición de Dios y que no lo cambiaría por nada.

"Me siento feliz, me siento una madre dichosa y sobre todo afortunada, ya que un angelito como Diego, Dios no se lo confía a cualquier mujer".

Doble Responsabilidad

Aidé...

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