Los Esfuerzos Judiciales para Prevenir la Delincuencia Organizada en Corea del Sur
Autor | Sang-jin Oh |
Páginas | 387-391 |
387
Los Esfuerzos Judiciales para Prevenir
la Delincuencia Organizada en Corea del Sur
Sang-jin Oh
Juez presidente, Corte de Distrito de Changwon, Corea del Sur.
Sentencia de Conscación de Un Edicio Utilizado para el Tráco Sexual
En 2013, el Tribunal Superior de Corea rindió un juicio interesante con-
scando un edicio utilizado como prostíbulo. El acusado había estado lle-
vando en secreto un negocio de prostitución durante un año en un edicio
de cinco pisos, con ganancias de 150 000 dólares en total. La Ley Penal de
Corea establece que los objetos que han sido utilizados para la comisión de
delitos pueden ser conscados. Aunque la conscación no es necesaria en
todos los casos, el Tribunal Superior sostuvo en este caso, que era legítimo
conscar dicho edicio, tomando en cuenta la cantidad de producto, el va-
lor neto del edicio, sus antecedentes penales, etc. Por otra parte, el tribunal
decidió que el acusado debía renunciar a los ingresos generados a partir de la
organización de tráco sexual.
La Estrategia Tradicional para Luchar Contra el Crimen Organizado
Hace algunas décadas, el gobierno coreano decidió que la manera más ecaz
para controlar el crimen organizado era tomando medidas enérgicas con-
tra delitos especícos cometidos por el crimen organizado. Por ejemplo, en
1990, el sexto Presidente Roh Tae-woo declaró la guerra contra el crimen,
fortaleciendo la represión de diversos delitos como crímenes de narcóticos,
violencia organizada y tráco de personas.
Por otra parte, la organización de un grupo delictivo fue en sí considerado
un delito muy grave. De acuerdo con la Ley Penal, una persona que organiza
un grupo criminal, o que se une a esos grupos, recibe el castigo especíco de
ese delito, aun cuando no se haya cometido ningún crimen. La Ley Especial
sobre la Sanción de Violencias dice que el líder de un grupo delictivo orga-
nizado con el propósito de cometer crímenes violentos está sujeto a pena de
muerte, cadena perpetua o por lo menos diez años, incluso sin ningún tipo
de delitos concretos cometidos por el líder o sus miembros; a sus miembros
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