Un escudo protector

AutorJessica Meza

¿Sabes cómo respira, se alimenta, se protege de infecciones y lo que desecha tu bebé mientras se está gestando dentro de ti?

Todas esas funciones vitales para su buen desarrollo las hace un sólo órgano: la placenta.

Esta capa protectora, que casi todos los mamíferos producen, es considerada "efímera", pues una vez que el bebé nace, ésta se pierde.

Sergio Luna García, ginecobstetra y perinatólogo, explica que la formación de la placenta se da a las dos semanas de la fecundación, pero su madurez se alcanza en el tercero o cuarto mes del embarazo; dentro de ella se encuentra el líquido amniótico, el cual es vital en el desarrollo del feto.

"La placenta le provee las necesidades básicas de respiración, nutrición y excreción al bebé. Sin ésta no podría sobrevivir", afirma.

Por ser tan esencial, cuando un problema de placenta se presenta puede ser de gran riesgo tanto para el pequeño como para su mamá.

"Las funciones son de intercambio, que se da de nutrientes (vitaminas, aminoácidos, proteínas), y de recepción de productos de desecho. Cuando se suscita algo en la transferencia hay problemas serios, como el hecho de que el bebé deja de crecer", indica el médico.

Dentro del útero el feto no respira; es la mamá, a través de la placenta, la que juega un papel como pulmón fetal.

"Si la placenta es insuficiente para proveer oxígeno se puede presentar un problema de hipoxia, que afecta al desarrollo del niño".

¿Barrera impenetrable?

Otra función de este órgano es limitar el acceso de microorganismos, como virus y bacterias, hacia el bebé.

"Gran parte de las bacterias son detenidas por la placenta, pero algunos virus se pueden pasar. Cuando se rompe esta barrera, entonces el bebé es presa fácil para estos gérmenes", asegura el especialista.

"La bacteria de la sífilis puede cruzar la placenta a partir del quinto mes, causando un aborto, un nacimiento prematuro o enfermedades congénitas. Hay ciertos virus, como el de la rubéola, que también puede pasar. Éste puede causar la muerte del niño o malformaciones".

Otros problemas de placenta, relacionados con no poder dar el oxígeno necesario al feto, pueden ser provocados cuando la mamá padece hipertensión, diabetes o problemas de coagulación.

"En estos casos la atención médica se enfoca en el problema de raíz, no directamente en la placenta", comenta al respecto el especialista.

Cuando la placenta no está trabajando adecuadamente, explica Luna García, hay que atender esto de fondo, y si no responde...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR