Esclavos de la industria lechera

Diana Lastiri

CIUDAD DE MÉXICO, abril 21 (EL UNIVERSAL).- Acoso sexual, malos tratos, riesgos de trabajo no reconocidos, jornadas laborales sin descanso y la amenaza de ser despedido, deportado y hasta demandado por los patrones, así es el día a día de los migrantes que trabajan en las empresas de la industria lechera en Estados Unidos.

El conflicto entre los trabajadores y los empresarios de la industria lechera data de 10 años atrás e inició con el caso de 12 trabajadores que externaron diversas demandas a sus jefes en la lechería Ruby Ridge, ubicada en Washington, también conocido como el caso Darigold.

Desde entonces, los migrantes empleados en las granjas, a través de la Unión de Trabajadores del Campo (UFW, por sus siglas en inglés), han hecho públicas sus demandas y las condiciones en las que trabajan.

Algunas de sus historias llegaron a las cortes estadounidenses, en las que, luego de varios años de pleito, lograron pequeños triunfos que son utilizados por la UFW para invitar a quienes han sido víctimas de abusos en las lecherías a denunciar y exigir respeto a sus derechos.

Las lecherías que protagonizan el conflicto pertenecen a la Northwest Dairy Aasociation (NDA), cooperativa que reúne a casi 450 compañías de Oregon, Washington, Idaho y Montana.

Sin embargo, la NDA afirma que hasta el momento no ha encontrado evidencia que soporte los alegatos de los trabajadores, a pesar de que las lecherías han sido auditadas. La asociación informó a EL UNIVERSAL que los trabajadores de las granjas cubren jornadas de ocho a 12 horas por día, dependiendo del turno en el que laboran.

Señala que los empleados con los que se ha entrevistado gozan de uno o dos días de descanso a la semana, pero que algunos de ellos prefieren trabajar más horas para maximizar sus ingresos.

Los salarios son variados y pueden ir desde 7.25 dólares hasta 12 dólares por hora. Los empleados con más experiencia pueden ganar más de 20 dólares por hora, además de sus prestaciones.

En días pasados, el vicepresidente de la UFW, Erik Nicholson, viajó a México para encontrarse con funcionarios federales y exponer los casos de abusos que sufren los migrantes mexicanos en las lecherías. Solicitó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador intervenir a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores para vigilar que los trabajadores mexicanos de esta industria trabajen en condiciones óptimas y en pleno respeto a las garantías laborales.

También se reunió con la senadora...

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