Escalera al cielo / Terror minimalista

AutorSergio González Rodríguez

El uso del minimalismo en las películas de horror ofrece una salida a este género fílmico, justo en el momento en que las posibilidades de éste se ven reducidas en una realidad saturada de realidad. Lo real construido y lo virtual, los efectos especiales y la infinitud de las historias e imágenes atroces que circulan en el ciberespacio han redefinido la geografía imaginaria del miedo en los espectadores, que se puede distinguir aplicada tanto en su nivel macro (global/preventivo) como en su nivel micro (doméstico/dispersivo).

Una tendencia muy generalizada de análisis comunicativo indica que, ante la exposición de contenidos de horror, el público desarrolla una inmunidad, o adquiere una respuesta anestésica. Otra tendencia analítica indicaría que, más que un efecto inmune-anestésico en las personas, lo que acontece es que la fuerza del relato inicial decae conforme se explota. En consecuencia, cuando el producto fílmico llega al público, ya hubo una anterioridad de lo real que lo desgastó desde su origen. Esto puede atestiguarse en la cinta Contagio (2001), de Steven Soderbergh.

Inscrita en la línea del horror por agente viral, Contagio plantea un relato apocalíptico y seudoparanoico (ya que la paranoia se anticipa desde el título) cuya vigencia recae en la alarma demográfica y la dinámica global dirigida hacia la catástrofe. La estrategia narrativa de la película se diluye en la presentación de una pandemia simultánea y ubicua en grandes metrópolis del mundo y, conforme transcurre el avance de la amenaza, se expone el proceso institucional, social y familiar de los protagonistas de la historia: un hombre inmune que pierde a su esposa y su hijo en la primera fase del contagio.

Desde los primeros minutos, la película comienza a desplomarse en acciones previsibles por consabidas del descontrol de los organismos de salud internacionales, el estupor de los gobiernos, la lucha abnegada de algunos científicos y operadores de salud, la defensa de intereses particulares de otros, la rapacidad de la industria farmacéutica, el oportunismo de algún depredador contrainformativo en Internet, la pasividad de la gente, la supervivencia del héroe (y su hija), la muerte de millones de personas y la puesta en evidencia de los agentes transmisores: un murciélago que muerde a un cerdo que contagia su retrovirus a un chef chino que contagia por contacto a una estadounidense de viaje intercontinental que contagiará a otros al regresar a su hogar (incluido un ex...

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