Escalera al cielo / Nerval una y mil veces

AutorChristopher Domínguez Michael

El autor de Las hijas del fuego y de Las quimeras, un par de libros prodigiosos que fueron escritos ambos en 1853, apenas dos años antes del suicidio de Gérard de Nerval, fue un caso raro de loco lúcido. El menos maldito, además, de los poetas malditos. Defendiendo el caso de Hamlet, aspiró a que su locura se desenvolviese con método, circunscrita a un desvarío, un mal pasajero insuficiente para separarlo de la comunidad de los hombres y de sus amigos más queridos, los viejos libros que lo esperaban en aquellas bibliotecas de París que fueron las estaciones de su vida. Causa mucha ternura leer las cartas que desde las clínicas de los doctores Blanche, el padre (Esprit) y el hijo (Émile), le escribía el poeta a sus amistades, siempre agradecido de los cuidados de los psiquiatras e invariablemente optimista ante los progresos de su régimen. Dos temporadas estuvo internado Nerval, en Montmartre y en Passy, en 1841 y en 1853-1854. De la última estancia, salió Nerval (nacido hace dos siglos bajo el nombre de Gérard Labrunie el 22 de mayo de 1808) para aparecer colgado en la rue de la Vieille-Lanterne, el 16 de enero de 1855.

Poco antes, con la autorización de sus médicos, Nerval había viajado por Alemania, en su opinión la nueva Grecia, la madre de los modernos. Itinerante, Nerval se reportaba con los Blanche, celebrando que se había mantenido alejado de la cerveza y de la sidra, de los alcoholes que en él aceleraban el delirio en grado teomaniaco, consistente en que el paciente se hace pasar por Dios o por vehículo de los dioses. Cuando Nerval iba a comer a casa de Victor Hugo, le rebajaban el vino. Y él era tan buena gente que se hacía el loco y hasta se emborrachaba.

Las relaciones entre Nerval y la psiquiatría inauguran toda una época en las relaciones entre la ciencia médica y la mente del artista, y han sido tratadas recientemente en dos buenos libros. Uno, de Laure Murat, La Maison de Docteur Blanche, se subtitula "Histoire d'un asile et ses pensionaires, de Nerval á Maupassant" (Hachette, 2003) y es un reportaje clínico cuyo personaje central es, menos que un manicomio, la cultura romántica. El otro lo escribió Florence Delay (Llamado Nerval, FCE, 2004) y es la sobreposición de dos historias, la de Nerval y la de la propia Delay, hija de un eminente médico psiquiatra aficionado a las letras y a sus locos. En ambos casos, Nerval ejerce de abogado del diablo, iluso o alucinado, a favor de los psiquiatras, de fama tan tétrica para el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR