Escalera al cielo / M-132: riesgo y desafío

AutorSergio González Rodríguez

En los días de vida que tiene el Movimiento #Yo Soy132, constituido por estudiantes universitarios opuestos de origen al candidato presidencial Enrique Peña Nieto, del PRI, ha padecido ataques, disculpas y convocatorias de diálogo, en tal orden temporal, por parte de los vocingleros del duopolio televisivo y los defensores de dicho político. Las demandas básicas del Movimiento #YoSoy132 son la competencia real y la democratización de los medios; el sometimiento a concurso de las producciones para canales públicos; la consignación del acceso a Internet como un derecho constitucional; la apertura de espacios de debate público; la garantía de seguridad para los integrantes del movimiento y, sobre todo, de los periodistas y la transmisión en cadena nacional del debate del 10 de junio entre los candidatos presidenciales. Además, apoyan a los familiares de víctimas de feminicidio, al pueblo de Atenco, al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, a las manifestaciones estudiantiles y juveniles y a las de los pueblos indígenas. El Movimiento #YoSoy132 ha considerado ya un logro que las televisoras aceptaran transmitir el próximo debate.

Antecedentes: en los años 60 del siglo 20, creció un modelo de oponerse a un estado de cosas (establishment o sistema) fundado en oposiciones binarias: Capital vs. trabajo; Organización capitalista vs. organización socialista; Sociedad de consumo vs. sociedad solidaria; Adultos (lo viejo) vs. jóvenes (lo nuevo); Conservadurismo vs. revolución; Coacción vs. libertad; Protesta vs. silencio; Contención corporal vs. decisión individual; Inmovilidad vs. movilización; Parálisis institucional vs. renovación integral (Estado, sociedad, familia, escuela, medios).

Las consecuencias principales de tal Modelo Adversativo (MA) fueron las siguientes: bifurcación entre revolución violenta y reformismo pacífico de los implicados en el MA; derogación del delito de "disolución social" en el Código Penal Federal; reforma de las instituciones de participación electoral; legalización del Partido Comunista y fomento de las organizaciones laborales y sociales. Entre los años 70 y 80, y como derivación directa del MA, se arraiga en México el Modelo Adversativo-Integrador (MAI), cuyos rasgos son demanda de mayores espacios de participación social; movilización laboral-social-universitaria; activismo democratizador; crecimiento de la diversidad electoral; consolidación de identidades cosmopolitas sobre la base de las culturas juveniles...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR