Escalera al Cielo / Libros del año
| Autor | Sergio González Rodríguez |
Si el panorama para el libro y la lectura se presenta difícil en México, en parte por el desinterés o incuria gubernamental, en parte porque la escasez económica impone sus restricciones en el público, y donde impera la ley de las grandes transnacionales de la edición con su cariz pro monopólico en términos de mercado, sorprende la calidad diversa de las propuestas creativas.
Si a esto se añade que la crisis de las instituciones en el País fomenta el desasosiego sociocultural, se puede pensar que, en un sentido contrario a tal desorden, se ha desarrollado una vitalidad imaginativa que resulta de lo más significativo en los últimos años.
Los contenidos de las obras literarias hablan de un afán de innovar de cara a la inmediatez, por lo que se incluyen temáticas vivas, próximas a las realidades cotidianas, tanto como se busca con ellas formas frescas de exponerlas. Asimismo, parece haber una clara conciencia del peso de la tradición literaria que trasciende el respeto reverencial o los juegos paródicos para aproximarse a formulaciones emergentes que llevan un espíritu contemporáneo.
Destaca en las obras publicadas durante los meses pasados la consolidación de autores que nacieron en los años 60 del siglo 20 y ahora comienzan a ofrecer sus obras de madurez, en medio de la convergencia con otras generacionales que se muestran muy productivas.
Y si poco antes los temas violentos parecían reflejar en forma directa muchas vivencias, ahora éstas reaparecen con mayor intensidad reflexiva o reinventada, incluso proclive a la experimentación.
Esta literatura tendrá que afianzarse poco a poco y conformar los nuevos valores y prestigios. Tendrán que aglutinarse las preferencias de los lectores, hacerse más visibles, así como las instituciones culturales, desde la academia hasta los gremios literarios, habrán de atender el fenómeno que apenas surge.
Ojalá que los editores estén en condiciones de invertir más dinero en la publicidad y promoción de los autores mexicanos, en especial, aquellos que representan ya una apuesta firme por su valía literaria. Y que los sepan identificar y defender de cara a la competencia abierta. Un esfuerzo semejante auxiliará a fortalecer nuestra literatura, ahora sujeta a los vaivenes del poder editorial que viene de ultramar.
El libro del año: Edén: Vida imaginada, de Alejandro Rossi;
Poesía: Huellas de luz, de Coral Bracho; La calle blanca, de David Huerta; Contracorriente, de Tedi López Mills; El que nada, de Myriam...
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