Escalera al cielo

El señor presidentismo

Pedimos democracia a nuestros gobernantes pero estamos dispuestos a desdeñar sus mecanismos, mediante el aplauso fácil, cuando las autoridades atienden graciosamente nuestras demandas corporativas. Como consumidor de libros no estoy a favor de que éstos sean gravados con el IVA. A nadie le gusta pagar impuestos. Pero quienes aplaudieron al Presidente Fox, una vez que decidió públicamente dar marcha atrás en el asunto, repitieron de manera irresponsable el señorpresidentismo, el culto al caudillo filantrópico y caprichoso y las concesiones cortesanas que se suponía habíamos dejado atrás el 2 de julio de 2000. ¿Qué clase de democracia van a construir quienes desprecian así la democracia representativa? No se supone que es el Congreso de la Unión, libremente electo, el que va a decidir las reformas fiscales? ¿No votamos por otra forma de sociedad política?

El libro y sus mitologías

Atrás del escándalo por el IVA al libro, hay tantas razones genuinas como abundante filisteísmo. En efecto, los libros son caros, como lo son los quesos, el whisky, los paquetes de 10 cajetillas de cigarrillos. Pero el problema de raíz no es abaratar los libros sino convencer a millones de mexicanos que el libro, cueste lo que cueste, es un artículo de primera necesidad. Vivimos en un país donde la alta oligarquía es capaz de quejarse de que un libro es muy caro. Para el rico pagar 250 pesos por un libro es mucho, mientras resulta lógico gastarse la misma cantidad, aunque en dólares, en un par de zapatos. El libro no viste.

Pero por otro lado, es común escuchar en los talleres literarios más populares la misma cantaleta: no leemos porque los libros son muy caros. Pareciera que se trata de vestirse con la última novedad de exportación pues le hacen el fuchi, si es que saben que existe, a la colección Sepan Cuantos... de Porrúa, donde por 40 pesos uno se lleva Anna Karenina, de Tolstoi; por 35 pesos, El sentimiento trágico de la vida, de Unamuno; por 20 pesos, La Eneida, de Virgilio; por 51 pesos, la Suma contra Gentiles, de Tomás de Aquino, etcétera, etcétera. Nadie, con un ápice de honestidad, podrá sostener que son caros los Breviarios del Fondo de Cultura Económica. El Estado mexicano conserva el FCE, una de las editoriales más importantes del mundo hispánico; promover su acervo, enriquecerlo y distribuirlo debería ser una prioridad, antes que duplicar funciones con otras instituciones culturales del gobierno que en lugar de editar deberían...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR