Escalera al Cielo

AutorChristopher Domínguez Michael

El revelador del globo

De ese genio de la literatura y horrible personaje que fue Léon Bloy (1846-1917) ha aparecido la reedición en español de El revelador del globo (Jus, 2005), el magnífico (o majestuoso) panfleto místico que a Cristóbal Colón le dedicó el escritor francés. Dice Adolfo Castañón, el prologuista, que Léon Bloy "podía permitirse el lujo de utilizar todas las palabras del idioma porque no le debía nada a nadie. El misticismo, la mendicidad agresiva, la falta de complacencias con la Francia que le tocó vivir, la intransigencia helada y visionaria que lo acompañaría toda la vida, el asombroso idioma, el arte sostenido de la injuria, la fuerza de una imaginación paradójica, las anécdotas y las desgracias personales, no logran ocultar el sol abrasador de su genio. Escritores tan disímbolos como Rubén Darío, Paul Leauteaud, Jorge Luis Borges, Ernst Jünger, Jean Paulhan o Roland Barthes le han abierto de par en par las puertas de la admiración".

Para quien no conozca el tono de Bloy ofrezco una página de El revelador del globo, un libro que postulaba a Cristóbal Colón a los altares. Sin duda nadie le hizo caso a Bloy en su cruzada santificadora. Quedó, en cambio, una obra, que a la vez admirable y aborrecible, no dejará indiferente a un puñado de lectores. Dice Bloy, en la hoy recuperada traducción de Carlos Bonfil: "Cristóbal Colón no sólo descubre el nuevo mundo sobre la tierra, lo descubre hasta en el cielo. Es el más extraordinario de todos los insensatos de la cruz y el más singular de todos los extravagantes divinos. Discípulo de San Pedro y de los santos Juanes, llevó la locura de la cruz hasta el punto de desconcertar a los alienistas más oraculares de la hagiografía. Este infatigable plantador de la cruz asombra a la imaginación cristiana tanto como el fulminado y fulminante apóstol de los gentiles, y su agobiante odisea, casi parecida a la de San Pablo y no menos asombrosa, nos abruma por igual el corazón. Los capítulos XI y XII de la segunda epístola a los Corintios ofrecen a este respecto las analogías más sobrecogedoras.

"¿Quién ha sufrido más faenas, más heridas, más cárceles, más peligros de muerte, más flagelación, más lapidación, más naufragios?, y todo ello incluso después de cuatro siglos de haber dejado de existir entre los hombres. A la manera y ejemplo del predicador de la locura santa, Cristóbal Colón viajó con frecuencia, peligró en los ríos, peligró con los rateros, peligró por su nación, peligró entre los...

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