Es Semana Santa y roja

AutorMURAL - STAFF

El crimen no da vacaciones.

Un arranque sangriento tuvieron las autoridades en el inicio de Semana Santa, con el hallazgo de cuatro cadáveres en diferentes puntos de la zona metropolitana.

Dentro de una finca en ruinas, en el Fraccionamiento Los Gavilanes, de Tlajomulco de Zúñiga, se encontró el primero de ellos, el lunes.

El cuerpo de un hombre envuelto entre cobijas amarradas con una cuerda fue descubierto por vecinos debido al olor que emanaba, pues ya tenía varios días de evolución en el inmueble 284 de la Calle Morelos, según policías municipales.

"Ya nos tiraron otro muertito'", fue lo que pensó Josefina, una vecina de la zona que se percató del hedor cuando iba por las tortillas junto con su nieto.

La jornada llevó después a San Pedro Tlaquepaque, alrededor de las 17:00 horas del mismo día, donde los reportes por radio anunciaban los signos de un asesinato en el Fraccionamiento Camichines.

Con las manos y pies atados con trozos de tela fue localizado el cuerpo de José Misael Domínguez Oropeza, de 26 años.

El joven murió estrangulado en su departamento, ubicado en el número 1870 de la Patria, cerca de Real Camichines.

La novia de la víctima se había introducido en la vivienda tras no tener noticias de él por dos días y encontró los muebles desordenados, algunos objetos faltantes, unos envases de cerveza y un envoltorio con polvo blanco en la cocina.

Luego, cuando caía la noche del lunes, los vehículos oficiales se trasladaron unos 15 kilómetros al sur del mismo Municipio, en las inmediaciones del Fraccionamiento Villa Fontana.

La parte baja de un puente del ferrocarril se convirtió en la última morada de otro sujeto, a quien, aparentemente, le...

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