'Éste es un segundo aire'
| Autor | Francisco Morales V. |
La primera vez que Sergio Ramírez ganó un premio literario fue a los 12 años, con el argumento para una radionovela. Fue a mediados de los años 50: una popular serie de Radio Mundial, la emisora nicaragüense, pedía historias a sus escuchas a cambio de un premio, y el muchacho no lo pensó demasiado.
Al enterarse del triunfo, el autor y su padre, don Pedro Ramírez Gutiérrez, el único comerciante de una familia de músicos, hicieron el viaje del pueblo de Masatepe a Managua, orgullosos del logro, para recoger el galardón: dos botellas de ron Cañita.
"Es un salto bastante grande, ¿no?", responde entre risas tras recordar la historia en un día indiscutiblemente feliz. Apenas unas horas antes, una llamada de España le hizo saber que el Premio Cervantes, el más prestigioso de la lengua castellana, era suyo en este año.
"De ese premio literario (el de las botellas de Cañita) a este otro, creo que son más de 50 años de trayectoria literaria", pondera al teléfono, desde su casa en Managua.
"Cualquiera busca esta corona de laureles en esta parte del camino, pero esto no implica que yo me detenga a regodearme en el premio y me aparte de la escritura; al contrario, pasa como con los corredores: un segundo aire para seguir adelante",
declara el autor de 75 años.
Ha pasado, en efecto, medio siglo desde que Ramírez publicó Cuentos (1964), un volumen de relatos impreso artesanalmente que, como él mismo ha escrito, llegó a ser vendido de puerta en puerta por su inseparable Tulita Guerrero, entonces su novia y hoy, como desde hace décadas, su esposa.
Con más de 40 libros de cuentos, novelas, memorias y ensayos publicados, el autor se ha vuelto el primer centroamericano en hacerse con el Cervantes, el premio que ahora comparte con Jorge Luis Borges, Octavio Paz, María Zambrano y Nicanor Parra, entre otros.
"Es la primera vez que este premio cae en Centroamérica. Entonces yo siento que represento algo más allá de lo que es mi propia obra literaria", celebra.
"Es un premio que nos coloca en el mapa cultural y una plataforma para asomarse al mundo; no sólo yo, sino las generaciones jóvenes de escritores que necesitan ser vistas desde afuera".
Esta semana, Nicaragua está de verdadera fiesta, pues hace apenas unos días la poeta Claribel Alegría recibió el Premio Reina Sofía de
Poesía Iberoamericana.
A su país, Ramírez...
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