Es necesario humanizar la formación militar: David Zonana

Fecha de publicación16 Septiembre 2023
David Zonana, director de “Heroico”. Foto EE: Rosario Servín
David Zonana, director de “Heroico”. Foto EE: Rosario Servín
J. Francisco De Anda Corral

Por J. Francisco De Anda Corral

El proceso de formación de los jóvenes en los planteles militares se tiene que humanizar, tiene que dar cabida a los derechos humanos, y espero que la sociedad comience a exigir que se rindan cuentas acerca de eso, dice el director de la película "Heroico", a unos días de su estreno en México, este 21 de septiembre.

“Esta es una película que abre la caja de pandora para hablar de algo que nunca se había tratado; es la primera vez que se hace una película sobre lo que pasa al interior de un colegio militar, y me daría mucho gusto que se empiecen a contar historias en relación con la institución”.

Es David Zonana hablando de “Heroico”, el filme que pone al descubierto los horrores y la sevicia que se ocultan en la formación que reciben los jóvenes cadetes en los planteles del Ejército Mexicano.

A unos días del estreno, el cineasta comparte con El Economista el pulso que ha tenido acerca del filme: “Ha causado mucha expectativa, mucha controversia, y era lo esperado, yo sabía que iba a levantar opiniones en todas direcciones y es lo que ha sucedido., la gente tiene mucho interés en saber qué es lo que sucede allí dentro (en las escuelas militares), yo lo atribuyo también a que la película ya ha tenido la oportunidad de verse en México”, dice.

En efecto, el pasado mes de junio, “Heroico” se alzó como la gran triunfadora en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara: Premio Mezcal como Mejor película, y para Fernando Cuautle, como Mejor actor; Premio FIPRESCI, que concede la prensa internacional; y el Premio Mezcal Joven, que otorga un jurado internacional de estudiantes de cine.

Tras casi cuatro años de producción, la película hablada en español y en náhuatl, con locaciones en el Centro Ceremonial Otomí, en Temoaya, Estado de México, donde se recrean las instalaciones militares, se estrenará en las salas de Cinépolis el próximo 21 de septiembre.

“Estamos preparando la gran salida comercial y estamos contentos de tenerla en el país”, dice el director.

—¿Cómo concibes el proyecto y cómo fue el proceso de ir hilvanando esta historia?

— El proyecto se comienza a gestar en 2019, después de terminar Mano de obra, allí comencé a escribir el guion y me tomó tiempo porque me basé en hechos reales y tuve que entrevistar como a 40 o 50 cadetes o ex cadetes, jóvenes que tenían experiencia en planteles militares, y tenía que hacer un trabajo minucioso para que la película tuviera credibilidad.

Es difícil tener información de lo que sucede dentro de las fuerzas armadas, es una institución muy hermética, creo que eso también es parte de por qué la gente ha tenido mucho interés en la película, pues es tener acceso a la institución quizá más poderosa del país, y de la cual se sabe tan poco, es irónico; y por eso creo que hay tanta demanda de esta película y la gente está muy interesada en saber qué sucede allí adentro”.

El proceso fue largo, había muchos jóvenes que obviamente tenían miedo de compartir sus experiencias, otros fueron más abiertos, algunos estaban ya fuera de las fuerzas armadas, otros seguían en activo, me encontré de todo, y con paciencia y rigor se fue logrando la película.

Yo no quería basar el guion de la película en el testimonio de una o dos personas porque podría ser muy subjetivo, por eso quise entrevistar a muchos jóvenes para tener patrones de situaciones dentro del Colegio Militar, y observar el común denominador, y sustentarlo (…) tuve 40 o 50 testimonios al momento de escribir el guion, pero después, cuando conformé el elenco de la película, allí se integraron también otros jóvenes con experiencia militar –los actores son ex cadetes, no son actores profesionales, a excepción de uno o dos–, y ellos también aportaron mucho.

—¿Te acercaste a las autoridades militares?

—Me acerqué a la Sedena. No porque pensara que podría obtener algo de información sino porque sentía que era lo correcto, decirles ‘voy a hacer una película sobre el ejército’, aunque yo estaba seguro de que en el 99.9 por ciento no me iban a apoyar en lo absoluto, pero sentí que era un paso necesario, para que después no se dijera que nunca hubo acercamiento o buena voluntad.

—¿Y qué pasó? ¿Reconocieron al menos esa situación, como un problema estructural, histórico?

—No, me dejaron de contestar. Fui y me senté allí en el Campo Militar número, en Ejército Nacional, y les platiqué sobre el proyecto, les mandé el guion, incluso lo suavicé...

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