¿Cuándo es el momento para una casa de reposo?

AutorDaniel Santiago

"¿Cuándo, cómo y por qué ingresar a una casa de reposo?" son preguntas que suele llegar junto con la edad mayor, y son también el nombre de la conferencia que el miércoles ofrecerá el geriatra Fernando Coindreau Frías, director médico de la casa Luis Elizondo.

Para muchas familias, el tema representa todo un dilema, debido a que culturalmente en países como México, al llevar a un ser querido a una casa de retiro es casi inevitable que surja un sentimiento de culpa, o una imagen de abandono.

"El mejor sitio para el adulto mayor siempre será su casa", adelantó Coindreau Frías sobre su charla.

"El asilo viene a ser un rescate a una serie de muchos problemas que pueden estar alrededor del abuelo. Así se debería visualizar, como una extensión de la familia, donde te vamos a ayudar a cuidar a tu familiar y no dejarlo abandonado".

Coindreau Frías, especialista por el Hospital General Granollers de Barcelona, indica que la necesidad del asilo se presenta cuando el adulto mayor no cuenta con una red familiar que pueda estar al pendiente de sus cuidados y de su salud.

"Si ya te sientes en esa situación, tienes que ir buscando una casa de retiro donde empezar a vivir", recomienda, "para que no llegues cuando ya te rompiste la cadera, cuando ya te dio una embolia, cuando tienes una problemática de salud mayor".

A veces la persona es soltera, o viuda, o tiene hijos, pero no viven en la Ciudad o tienen que trabajar todo el día y no pueden estar al pendiente de él o ella, ni de su salud. Tampoco en momentos tan cotidianos, pero importantes como el de la comida.

"Comer, desayunar, cenar solo no es agradable. Y dices: 'en lugar de prepararme un espagueti o albóndigas, me como un sándwich'", ejemplifica.

"La soledad te aisla y te malnutre, y la malnutrición tiene consecuencias. Por eso, cuando ese abuelo no tiene una red de apoyo diaria, de alimentación, de socialización, ahí es cuando esa persona tiene que madurar. Y es mejor estar en una casa donde puedan velar por él. No es agradable la decisión, pero ése es el cuándo".

Aunque la decisión debe de ser de él, es común la situación en la que los hijos dicen que sí, y el adulto se niega.

Ante estos escenarios, Coindreau Frías recomienda acercar al adulto mayor a las actividades del asilo e involucrarlo poco a poco, todavía sin vivir ahí, en las actividades que se ofrecen, ya sea una misa o las terapias físicas.

"Irme involucrando para que, en algún momento, yo diga, 'vale la pena estar ahí'", aconseja el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR