Es una maravilla sin título

AutorInder Bugarin

Corresponsal

SEMARANG, Indonesia.- Desde que tiene memoria, Sendang ha moldeado con barro y pintado en cerámica figurillas del monumento budista más grande del mundo y principal atracción turística de Indonesia, se trata del templo de Borobudur.

"Tenemos buenos pedidos de India y China para museos y templos, pero la demanda local no aumenta, y eso preocupa", dice el artesano en su taller, en la zona montañosa de Borobudur.

El aldeano ignora por qué no aumenta el número de turistas, pero en Semarang, capital de la provincia de Java Central, culpan al suizo Bernard Weber y a su campaña para elegir las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.

"El concurso siempre vio los beneficios que tendría para los ganadores, pero no estimó los daños que tendría para los perdedores", dice Urip Sihabudin, secretario del Buró de Información de la provincia de Java Central.

Borobudur, designado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, ha visto frustrados sus planes de expansión turística por el desvío de la atención que generó el concurso de Weber entre los operadores turísticos.

Budi Utomo, investigador del sitio arqueológico, opina que la decisión fue política y que les crea mala imagen "Si ahora preguntas a un turista sobre las Maravillas del Mundo, se va a referir a las nuevas, y no a todas las que hay en el Planeta", agrega. "Eso nos afecta, porque la única forma de tener más visitantes es diversificando los países de origen, pero ahora resultará imposible acceder a ellos porque simplemente no tenemos los recursos".

Tras más de 100 millones de votos recaudados por internet desde el 2000, en julio pasado se conocieron los siete monumentos ganadores de la contienda promovida por la fundación New Seven Wonders: Chichén Itzá, la Gran Muralla China, Petra, la Estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro, Machu Picchu, el Coliseo romano y el Taj Mahal.

"Desde el inicio, el concurso fue disparejo, y estaba diseñado para favorecer a quienes estaban dispuestos a gastar más dinero", dice Sihabudin.

Por ejemplo, el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) gastó por lo menos un millón de dólares para promover la candidatura de Chichén Itzá a través de sus 18 oficinas en el extranjero, mientras que Borobudur no recibió ni una rupia indonesia.

"No había forma de competir. Nos enfrentamos con el obstáculo del presupuesto, no tenemos dinero para promovernos en CNN, ni en revistas de viaje. Estábamos en una gran desventaja, y habíamos perdido antes de iniciar la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR