Es formador de mentes

Tras retirarse hace casi una década del futbol, Eduardo Lillingston decidió ser entrenador, pero ante las pocas oportunidades emprendió otro camino: guiar a los niños y jóvenes a través del deporte.

Esta faceta lo llevó a descubrir su vocación de psicólogo deportivo, con el objetivo de preparar a los menores para la vida, pero inculcando la disciplina física.

"Tengo más de 5 años ejerciéndola, me he ido preparando. Me retiré hace 8 años y tengo más de 10 años dando conferencias, ha sido un camino que me ha gustado y he explorado.

"Me enfoqué al mundo juvenil a desarrollarlo; está tan cerrado el mundo profesional que opté por irme por los niños y dejarles algo de lo que uno ha aprendido, tanto empírico como profesional, para encaminarlos más cerca de lo que es la vida", explicó el ex delantero.

Lillingston aseguró haberse especializado en planeación y metodología, en el que asesora a menores y adolescentes en gestión emocional y de actitud.

Indicó que los proyectos que maneja son duales, porque una vez trabajado el aspecto emocional e integral, se enfocan hacia las especialidades profesionales.

"A los jóvenes, (decirles que) está en sus manos que no depende de nadie el que...

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