'Esta es mi época dorada'
| Autor | Jorge Santamaría |
Hoy, en el amanecer de sus 65 años, José José sabe que su música permanece en los corazones de los enamorados, sanándolos en tiempos de tristeza, y por esa razón se siente todo un triunfador y aún lejos del retiro.
"No le doy importancia a sus comentarios (de la prensa) porque yo tengo que seguir pagando mi casa, la tarjeta de crédito, el coche, la gasolina... No hallan otra cosa que hablar de mí más que lo que se inventan y dejan correr por todo el continente para hacer daño.
"Hay una campaña de desprestigio desde que comencé mi carrera, y continúa, lo cual quiere decir que aún tengo la influencia maravillosa de seguir siendo un triunfador dentro de la música romántica, por eso tanto el apuro (de los medios) de (intentar) arruinar mi carrera", dijo vía telefónica el cantante, desde su casa en Miami.
El intérprete de "La Nave del Olvido" vivió tres décadas, los 70, 80 y 90, inmerso en el éxito; sin embargo, aquellos tiempos, que parecen ser los mejores en su vida, no se comparan con la época de oro que vive ahora, en familia.
"Esta es mi época dorada, porque al fin tengo tiempo para ser esposo, padre, compartir los mejores momentos con la familia y darme tiempo para procurarme y cuidarme a mí mismo.
"Recibo el cariño de mis hijos; soy abuelo y sigo trabajando normalmente en el canto, que es de mis grandes pasiones. No puedo pedirle más a la vida", agregó, con un tono alegre y despreocupado.
Durante la charla suena relajado, sin presión alguna. Revela que espera con ansias Semana Santa, cuando recibirá con los brazos abiertos a su hijo, José Joel, acompañado de su esposa, Donají Rodríguez, y la pequeña Francesca, su nieta.
"Todos juntos estaremos con mi hija Marisol, es un momento soñado para mí, porque también estoy siguiendo mis tratamientos para la parálisis facial, pulmones, garganta, hígado... todo va correcto con mi salud".
Otro motivo de celebración serán los 50 años de carrera artística que conmemorará a lo largo del 2013 y cuyo recorrido recuerda con un aire nostálgico, que lo llena de orgullo.
Su deseo de trascender en la música, rememora, fue por la admiración que sentía por su padre, el tenor José Sosa Esquivel, quien intentó evitar que siguiera sus pasos.
"Mi papá me dijo que no, que de eso no se vive en México, que me dedicara a otra cosa; sin embargo, a los 15 comencé a cantar serenatas y a trabajar como cantante activo en bares de la Ciudad de México.
"Mi primera presentación fue en el Semiramis, de la calle Florencia, y como...
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