Es otra cosa

AutorYarek Gayosso

Aquí sí vas a entender por qué al correr se ocupa todo el cuerpo.

Salir al campo es una gran experiencia, pero demanda de toda tu atención y es altamente probable que ocupes hasta las manos para completar un recorrido.

Es por eso que los expertos consideran que la persona que se inicia en el trail running debe tener una base sólida en las carreras callejeras.

Alguien que inicia de cero y quiere intentar esta modalidad del running puede enfrentarse a grandes dificultades e incluso tener lesiones al no haber un trabajo físico anterior que lo respalde.

"(Las carreras de trail) son distancias muy largas, se empiezan desde los 15 kilómetros hacia arriba (...), lo que se recomienda es tener entrenamiento previo.

"Puedes empezar con entrenamientos en ruta, montaña o el 'coca' (correr y caminar), puedes correr en senderos, donde es más plano el terreno o donde las pendientes no son demasiado inclinadas, eso te va a dar adaptación al medio, adquirir mayor fuerza y sumar más kilómetros", aconseja Christopher Nava, entrenador personal certificado en carreras con obstáculos.

Una manera de irse preparando para incursionar en el campo es entrenar en intervalos o fartlek, donde puedes subir 150 metros corriendo una pendiente no muy pronunciada y bajar caminando, y realizar de 5 a 10 repeticiones en cada entrenamiento.

Considera que en el campo o la montaña encontrarás lodo, piedras, ramas, yerba alta, arroyos y pendientes o descensos en los que, a veces, hay que apoyarse con las manos para no caer.

Contrario a lo que pasa con las carreras urbanas, en las que te sabes de memoria hasta los baches que hay en un recorrido, en el trail es muy común que el mismo sendero que conociste cambie en cualquier momento y se convierta en un camino lodoso y difícil de recorrer porque llovió.

En todo esto hay una pieza clave: el calzado.

Los tenis para trail cuentan con especificaciones y mayor resistencia que te permiten subir, bajar, escalar o pisar piedras, lodo o ramas con suficiente agarre y tracción para minimizar el riesgo de resbalones o caídas.

Es muy importante que te brinden estabilidad, amortiguación y que sean flexibles y resistentes.

"Algo que no te puede faltar es tener un calzado especializado, prendas ligeras que se sequen rápido y que te protejan del frío, del viento y que sean transpirables. Llevar una gorra y una maleta que sea ligera", comenta Nava.

Cuando corres cuesta arriba acentúas el balanceo de los brazos para impulsarte y son necesarios los...

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