Es Cerro de la Estrella territorio sin control
| Autor | Eduardo Sierra y Daniel Pérez |
El Cerro de la Estrella, declarado Parque Nacional y Área Natural Protegida, se ha convertido en una zona sin ley, utilizada por adictos y bebedores que cohabitan con jaurías.
Hasta hace unos días, este símbolo de Iztapalapa era conocido por la escenificación de la Pasión de Cristo. En otras temporadas, en sus 143 hectáreas la vigilancia es mínima.
Pero desde que fueron halladas cinco personas muertas, atacadas por la jauría, un grupo de agentes de la Policía Montada recorren el cerro a caballo, y otra pareja vigila desde una caseta.
Muchos visitan el cerro para correr y ejercitarse por las mañanas y tardes, y otros llevan a pasear a sus perros, pero las zonas más alejadas son utilizadas por quienes quieren abandonar a sus canes, como sucede en el área conocida como Metlalotzin.
"Hay mucha gente que viene al cerro a abandonar a sus perros y lo hacen en zonas más inhóspitas, donde supuestamente ocurrieron los ataques de la jauría", señala Roberto Mendoza, quien regularmente acude a correr al cerro.
"También hay perros callejeros en el panteón (San Nicolás Tolentino) que fueron abandonados por sus dueños", interviene otro corredor, quien lleva un palo en la mano, para ahuyentar a los canes.
La Delegación Iztapalapa no tiene reportes ni datos respecto al abandono de perros en el Cerro de la Estrella o en otras zonas de la demarcación, indica personal de Comunicación Social.
La presencia policial tras el hallazgo de los cuerpos sí ha impactado en los habitantes de la zona, quienes ahora mantienen a sus perros dentro de casa para evitar que se los lleven.
En una de sus veredas, en una casa hecha con láminas y cartón, un perro criollo luce amenazante contenido por una cadena. Su dueña se niega a hablar.
En ese predio irregular de la Colonia Valle de Luces Tercera Sección, los vecinos sostienen que nadie ha padecido el ataque de los animales, pero prefieren resguardarlos en sus patios y tenerlos amarrados con cadenas.
SITIOS PARA OCULTARSE
La cronista e historiadora de la demarcación, Beatriz Ramírez, explica que hay unas 60 cuevas a las faldas del cerro, que es un volcán extinto.
"En una de las cuevas llegamos a encontrar un colchón, ropa interior y preservativos usados; hay quienes utilizan las cuevas para tener sexo", dice Ramírez.
En las cavidades también practican rituales y ceremonias.
"Son rituales de culto a la naturaleza, no de brujería o animales sacrificados", matiza.
La Dirección de Jurídico y Gobierno de Iztapalapa...
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