Es un atleta con clase

AutorRoberto Ramírez y Alberto Bortoni

Cuando Audi presenta un modelo de su gama S, las expectativas siempre son muy altas; y el S5 no podía ser la excepción.

El S5 es la variante deportiva del recientemente introducido coupé A5 de la firma de los 4 aros. El apelativo "deportivo" en un modelo S de Audi no se basa en unos rines más grandes, ni en una calcomanía o emblema "distintivo"; no, la S en un Audi significa auténtico "tunning", de fábrica, de alto nivel.

Pero como buen representante de un fabricante alemán de autos de lujo, el S5 combina perfectamente esa deportividad con la elegancia que caracteriza a Audi.

Visto de frente destaca su gran parrilla, sello distintivo de la marca en la actualidad, al igual que la incorporación de LEDs en los juegos ópticos.

En los costados es muy notoria la línea que va desde el frente hasta la parte trasera, misma que le otorga carácter y músculo a su estilizada silueta de coupé, que desde ciertos ángulos es hasta intimidante. En la parte trasera las salidas dobles del escape, y desde luego el emblema S5, dejan ver que se trata de un auto temperamental.

Su interior es como uno puede esperar en un auto de lujo. El diseño es muy agradable, el equipamiento muy completo y los materiales de primera: aluminio, fibra de carbón, cuero; elementos todos en perfecta armonía.

Los asientos son excelentes, de un diseño muy deportivo, además cómodos y con toda la sujeción requerida dadas las capacidades del auto.

Sin embargo, lo mejor del S5 está debajo de su cofre, donde aloja el saludable V8 de 4.2 litros que ya conocíamos en el RS4 y en R8. Este motor es de aspiración natural y cuenta con la tecnología de inyección directa de combustible FSI.

Gracias a dicho propulsor el S5 dispone de 355 caballos de potencia a las 7 mil revoluciones por minuto y de un par motor de 325 libras-pie desde los 3 mil 500 giros. La tracción no podía ser otra que la integral quattro de Audi y la caja es manual de 6 velocidades.

El S5 es un auto muy rápido, fácil de llevar incluso a ritmos elevados y con una frenada contundente que inspira mucha confianza.

Su dirección es rápida y muy precisa, al tiempo que la marcha es ideal para toda circunstancia, cómoda para el uso diario y lo suficientemente firme para exigirle un comportamiento dinámico a la altura de su nombre.

La transmisión manual de 6 velocidades es de esas que dan gusto. El pedal del embrague es firme, pero no llega a ser tan pesado como para cansar, cosa que llega a ocurrir en algunos deportivos; los recorridos de...

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