Es el arquitecto de la armonía
| Autor | Lourdes Zambrano |
La isla Saadiyat, en Abu Dhabi, está en boga entre los miembros del star system de la arquitectura. Ellos han coincidido en ese lugar para construir un distrito cultural con las versiones locales de los museos más importantes del mundo.
Alejado de la monumentalidad de los proyectos museísticos que se construyen a partir de los diseños de Zaha Hadid, Tadao Ando, Jean Nouvel y Frank Gehry, en las costas del emirato árabe, trabaja el arquitecto galardonado con el Premio Pritzker 2009.
Peter Zumthor, de 65 años, lleva décadas creando espacios íntimos desde su refugio en los Alpes Suizos. Su ética personal de trabajar sólo en proyectos que cree aportarán algo para la sociedad, al espíritu o a la poética visual, lo ha llevado a ser selectivo y ampliamente reconocido a nivel internacional.
Entre sus proyectos están las Termas de Vals, construidas al pie de las montañas, en Vals, con piedra que se fusiona con la montaña; la rústica Capilla de San Benito, en Graübunden, Suiza; la poética capilla del Hermano Klaus, construida a la usanza antigua, y el Museo de Arte de Kolumba, ambos en Alemania.
"En las manos del hábil Zumthor, como ésas de los artesanos consumados, materiales desde tablillas de cedro hasta vidrio sandblasteado, son usados de una manera que celebran sus cualidades únicas, todo al servicio de la arquitectura perdurable", expresa Peter Palumbo, presidente del jurado del Premio Pritzker, en el comunicado oficial.
Su aprendizaje sobre ebanistería, oficio que su padre dominó, parece alejarlo de los arquitectos que sólo trabajan con papel y proyecciones. Él pasa años estudiando el entorno.
"En estos tiempos en que tiende a valorarse la forma por la forma, el proceso de diseño de Zumthor es muy extenso y complejo, pues rescata los elementos del lugar, la memoria, el uso, el material y transforma la atmósfera dotándola de uso, pero además de poesía", señala Nuria Castillo, coordinadora de Teoría de la Arquitectura en la Facultad de Arquitectura de la UANL.
"El resultado es una obra de extrema sencillez formal, pero que es capaz de hacer hablar al material y al espacio. El que camina en su arquitectura es capaz de experimentar emoción y deseos de tocar sus paredes".
El ya famoso edificio de los baños termales, en Vals, tiene las albercas semienterradas en piedra natural, por lo que los minerales del agua hacen que éstas se tornen rojizas, dándole vida al lugar.
"Así como es tan respetuoso del ambiente en el que trabaja, también busca destacar...
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