Erotismo alterado

AutorPaloma Villanueva

El deseo sexual en las mujeres no debe darse por hecho.

Hay mujeres que rara vez sienten deseo, otras que no pueden controlarlo y otras tantas que no pueden compaginarlo con el de su pareja.

Rinna Riesenfeld, terapeuta y directora del Centro de Educación Integral para la Salud Sexual, explica que una disfunción del deseo puede tener causas orgánicas, como problemas hormonales, pero también psicológicas, como depresión, y hasta educativas, que van de la culpa a la vergüenza.

"Una disfunción es cuando algo en tu vida sexual no funciona óptimamente por un periodo de más de tres meses", precisa.

"Pero hay que aclarar que la vida sexual no es perfecta. Podemos estar en un mal día, estresados, con dolor de panza, con muchas preocupaciones; y lo último en lo que pensamos es en tener sexo. Eso le puede pasar a cualquiera y no es un problema sexual", acota.

La respuesta sexual tiene seis fases, explica Riesenfeld, y la primera es el deseo, que se presenta cuando un estímulo efectivo provoca reacciones en el cuerpo.

"En esta ciudad hay millones de hombres, entre ellos hay un grupo que son guapos para mí y de esos guapos sólo algunos me prenden. El deseo está en aquel estímulo que a mí me prende, pues todas reaccionamos distinto ante los estímulos", ejemplifica la experta.

Entre los problemas del deseo más frecuentes en las mujeres, la terapeuta menciona la apatía, que es una dificultad para encontrar estímulos efectivos desde el punto de vista erótico y puede estar relacionada con problemas de pareja, depresión o altos niveles de estrés.

Otra cosa es la fobia, un pánico a la sexualidad que obliga a la mujer a rechazar un estímulo.

"Ella no permite que lleguen las ganas porque le da horror, lo que tiene que ver con sexualidad para ella es francamente desagradable o atemorizante, por ejemplo, alguien que vivió una violación o algún abuso", explica.

También está la hiposexualidad, que se presenta cuando una mujer casi nunca o nunca siente ganas de tener una experiencia erótica. "Como si tuviera el switch apagado", dice.

Existe la hipersexualidad o conducta sexual compulsiva.

"Son mujeres que ante una dosis de angustia y ansiedad que no pueden manejar, sienten un exceso de deseo.

"Imaginemos a una mujer que está en una junta de trabajo en la que el nivel de ansiedad sube 10 o 15 veces y ese es el número de veces que ella se excita al grado de sentir una necesidad urgente de masturbarse o tener sexo para descargarse", describe Riensenfeld.

Y finalmente...

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