Ernesto Diezmartínez / Todo por un sueño

AutorErnesto Diezmartínez

Durante las décadas de los 80/90, la queja repetida ante cada nuevo filme de Woody Allen es que ya no hacía películas tan sencillas y ligeras como antes. Después, ya en el nuevo siglo, el reclamo fue que su cine era... demasiado sencillo y ligero. Y ahora, ya que nos acercamos a la parte final de esta década, podemos proponer un nuevo motivo para la decepción: después de La Provocación (2005) -la más seria y la mejor cinta de Woody en una década-, podemos afirmar que Los Inquebrantables (Cassandra's Dream, EU-GB, 2007), su más reciente largometraje, no es tan profundo como su cine de los 80/90.

Eso es lo malo de haber dirigido casi 40 filmes en cuatro décadas. Ante cada nueva obra alleniana, no falta el que dice: "Ah, pero X película que hizo hace 10/20/30 años es más chistosa/lograda/seria/ingeniosa...". Y puede que se tenga razón, porque si algo abunda en la filmografía de Allen son, precisamente, obras mayores, bien distribuidas a lo largo de 40 años entre un puñado de obras menores.

A esta última categoría pertenece Los Inquebrantables, que abreva de las preocupaciones de clase que le han interesado a Allen en su estancia europea -La Provocación y, en menor medida, Amor y Muerte (2006) tratan de eso- con las meditaciones morales/existenciales que son el corazón de su obra maestra Crímenes y Pecados (1989).

El nuevo ingrediente es que ahora la trama está ubicada en las clases medias-bajas londinenses, de donde quieren salir los indolentes hermanos Ian y Terry Blaine (Ewan McGregor y Colin Farrell), quienes aceptan asesinar a un socio de su misterioso tío Howard (Tom Wilkinson) para que éste les dé el dinero que ellos necesitan: Ian para irse a vivir...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR