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Colaborador Invitado / Ernesto Canales: Actos violentos en el Distrito Federal

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Vincent
AutorColaborador Invitado

Apenas en diciembre pasado la Asamblea del Distrito Federal, a iniciativa del nuevo jefe de Gobierno, realizó cambios legislativos para eliminar la prisión preventiva en los actos violentos contra personas, bienes o servicios públicos y saltan ya a la vista las funestas consecuencias de esta reforma.

En efecto, el actual sistema de justicia de la capital no tiene capacidad para procesar, con la celeridad debida, tanto los delitos que resulten de manifestaciones públicas vandálicas, como las del 1o. de diciembre y del 10 de junio, ni para los delitos meramente callejeros que sean producto de pandillerismo, tipo Tepito, o engarzados con el crimen organizado, al estilo de la desaparición de los del Heavens.

El burocrático e ineficiente proceso escrito se colapsa en cada ocasión en que se presentan este tipo de violaciones a la paz social: el tiempo que toma crear los expedientes para llenar los requisitos formales y de fondo con objeto de que proceda la consignación y la condena de estos delincuentes, que se prolonga aún todavía hasta la saciedad por las revisiones, apelaciones y multitud de oportunidades de amparo, hace que la justicia si llega lo haga inefectivamente tarde.

La prisión preventiva, ese monstruo de 100 cabezas, ha hecho las veces de tapadera de las deficiencias del sistema de papeles, mandando a la cárcel sin juicio previo a estos y muchos malhechores, pero igual encarcela a otros tantos inocentes, como lo demuestran las estadísticas.

Para la Procuraduría y los Ministerios Públicos la prisión preventiva, además de medio de corrupción, ha sido la vía para cubrir las ineficiencias en la investigación de los delitos, pues consiguen la cárcel sin necesidad de demostrar culpabilidad en un proceso penal; en una "redada" la sociedad se liberara de estos agresores sociales.

Ahora, con el cambio implementado a modo de considerar estos delitos como no graves, las autoridades penales la tienen más complicada, pues ya no pueden recurrir a prisión preventiva para mandarlos a la cárcel ipso facto, sino que hay que ganar un juicio, con expedientes de miles de...

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