Entrevista / Yoshua Okón / El oráculo de Yoshua Okón

AutorLourdes Zambrano

Yoshua Okón (Ciudad de México, 1970) parece haber tenido un oráculo. Ha hablado de los supremacistas blancos de Estados Unidos mucho antes de Charlottesville, e, incluso, alguna de sus piezas podría haberse adelantado a la posibilidad de renegociar el TLC.

En la revisión de media carrera, Yoshua Okón: Colateral, que el artista inaugurará el 23 de septiembre en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM se revelan sus previsiones. Muchas de las obras que ha concebido desde principios de la década del 2000 parecieran haberse hecho ayer.

La exposición, curada por John Welchman, incluye, por ejemplo, Oracle, que filmó en 2015 en un pueblo de Arizona que lleva ese nombre; allí, se observa a un grupo de supremacistas blancos, miembros del grupo Arizona Border Defenders, patrullando la frontera.

Y así desfilan otras piezas, como Chiquita Banana, de 2004, cuadro escultura en mármol de carrara que reproduce un AK-47 con letras en árabe en el que se lee "Chiquita Banana", nombre que ahora lleva la United Fruit Company, referencia a las intervenciones coloniales de Estados Unidos en América Central, cual Guerra Santa.

En entrevista, el cofundador de La Panadería, foro neurálgico para el arte mexicano de los 90, y de SOMA, un espacio de reflexión y estudio de la creación contemporánea abierto desde 2009, habla sobre las motivaciones que lo han asaltado en los últimos 20 años, expresadas en obras que tocan diversos terrenos, como la instalación HCI, 35 litros de vómito congelado que recabó entre bulímicas.

¿En qué momento decides que lo que querías abordar sería el entorno social y político, no tu mundo personal?

Nuestro mundo emocional esta íntimamente ligado a nuestro mundo social y político. Es decir, estos son inseparables. Hacer arte, desde el momento en que éste está hecho para ser presentado, es un gesto que transita de lo privado a lo público, por lo que necesariamente tiene una dimensión social y política.

El arte abstracto tiene la particularidad de ser sumamente ambiguo y, por lo mismo, puede ser muy manipulable. Y esto no quiere decir que la obra de estos artistas carezca de sentido, sino más bien que, por la naturaleza ambigua de la abstracción y por la común falta de conciencia de la dimensión política del arte por parte de muchos artistas abstractos, este tipo de obra ha sido fácilmente apropiada, descontextualizada y despolitizada.

Por ejemplo, hoy en día sabemos que el movimiento del expresionismo abstracto en Estados...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR