Entrevista / Sergio Aguayo / 'El Solitario de la 4T'

AutorJorge Ricardo

MÉXICO.- A la mitad del Gobierno del Presisdente Andrés Manuel López Obrador, el académico Sergio Aguayo casi da por terminado el sexenio.

Tres años son suficientes, sostiene el profesor de Harvard y El Colegio de México: Si el fracaso de Felipe Calderón quedó definido por las masacres de Villas de Salvárcar y San Fernando, en 2010; si el sexenio de Enrique Peña Nieto acabó con la matanza de civiles de Tlatlaya, las desapariciones de Ayotzinapa y el escándalo de la Casa Blanca, en 2014, el de López Obrador terminó con el decreto que declaró a sus obras como de seguridad nacional, para ponerlas por encima de la Ley Transparencia y de los requisitos administrativos.

"Es un grito de impotencia, un reconocimiento de que con las fuerzas que tenía no pudo y que tiene que intentar violar un principio básico", asegura Aguayo, uno de los impulsores de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública.

¿A tres años, cómo ve al Gobierno de López Obrador?

Creo que quiso transformar el País pero no pudo, y se le nota en la soledad. Diría que es 'El Solitario de la Cuatro T'. Lo obedecen en el Congreso, lo obedecen a la hora de elegir candidatos, pero es notable el poco acompañamiento que tiene la formulación de su discurso y de su análisis. Es alguien que está solo mientras los de su equipo guardan un discreto silencio. Ese es uno de los indicadores de lo que ha pasado con su Gobierno, porque el bloque histórico de diferentes grupos sociales y corrientes ideológicas que conformó para ganar en el 2018, se fracturó con su ofensiva sistemática, metódica, de acusaciones pocas veces demostradas, contra las organizaciones de la sociedad civil y los académicos. A estas alturas, se le puede reconocer su honestidad personal, sus buenas intenciones, pero veo muy difícil que logre la transformación del régimen que desea.

¿No le parece muy fuerte hablar casi de un fracaso a mitad del Gobierno?

Es que veo su impotencia. A los gobiernos se les puede juzgar de muchas maneras. Una, es tomar en cuenta sus objetivos originales y cómo terminaron. En el caso de López Obrador, se propuso transformar al País en muchos frentes y su decisión del lunes pasado, de intentar anular la transparencia -no estoy seguro de que lo logre, vamos a ver qué hace la Suprema Corte, pero lo intentó-, es un grito de impotencia, un reconocimiento de que con las fuerzas que tenía no pudo y que tiene que intentar violar un principio básico. La transparencia es a la transición lo...

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