Entrevista / Margó Paláu / 'Estoy feliz de estar aquí'
| Autor | Andrea Paz |
Fotos: Miguel Gutiérrez
Tras recibir el Premio Martha Celia, otorgado por el Nuevo Amanecer, Margó Palau de Morales habla sobre cómo llegó a colaborar con el instituto, su experiencia al ser parte de este gran movimiento y de cada regalo que el voluntariado le ha brindado.
Además señaló la importancia de que la comunidad aporte su tiempo, trabajo y voluntades para así construir un apoyo y brindarlo a los más necesitados.
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- ¿Qué te motivó a entrar a al Nuevo Amanecer?
"Entré al Nuevo Amanecer hace 10 años, me invitó a conocerlo mi tía Lily (Navarro). Yo tuve un embarazo complicado, mi tercer hijo venía con una discapacidad fuerte, con un problema cromosómico. Después de muchos meses y doctores, nos dijeron que vivía porque estaba conectado a mí y al momento de nacer, iba a morir. Fue una pérdida muy importante en mi vida, fue un parteaguas, fueron momentos de mucha incertidumbre y de mucha angustia.
Después mi tía Lily, que sabía lo que había pasado, me invita a conocer el instituto. Cuando llegué sentí una empatía inmensa por estas mamás que pues yo en mi circunstancia, con mucho apoyo de mi familia y amigas, no me podía imaginar lo que vivían ellas sin esa capacidad económica para atender a sus hijos entonces fue algo que me movió mucho. Era más algo también mío de ponerle una misión a mi bebé, que no vino nada más a darme seis meses de angustia y sentir que se fue, sino que vino a trascender, que su misión era eso: transformar mi corazón para que yo ayudara a estos niños en específico".
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- Cuéntanos alguna anécdota que nunca olvidarás.
"La verdad es que todas son aprendizajes. Aquí he crecido muchísimo como persona, he tenido unos maestros disfrazados increíbles. Todo mundo aquí te recibe con una sonrisa y tiene la vocación de ayudar a los demás. También hemos tenido errores de los cuales he aprendido muchísimo pero todos son excelentes aprendizajes".
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-¿Alguna vez te has puesto triste al ver un caso difícil?
"Claro, muchas veces, no es fácil. No es fácil y más cuando estás en contacto con los niños y cuando los ves. Te remueve el corazón, se siente cierta impotencia de querer ayudar y querer hacer más por ellos pero más que ponerte triste, pues te dan más ganas de trabajar y de hacer algo".
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-¿Qué te ha dejado la labor que has realizado?
"Un millón de aprendizajes, no podría ni contarlos ni escribirlos. La verdad es que ha sido una parte importante en mi vida. Me ayuda, me aterriza, me ubica mucho en lo importante. Realmente me...
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