Entrevista / Julio A. Millán / 'La soberbia es muy mala consejera'

AutorMiguel de la Vega

Foto Aggi Garduño

Pionero de la consultoría en México, Julio A. Millán ha sido una de las figuras más destacadas del empresariado en los últimos 40 años. Conoció de cerca a los últimos ocho presidentes y, en su nuevo libro, promueve la idea de fundar una nueva República.

¿Por qué hacer autobiografía?

No es una autobiografía, es una combinación de experiencias que se tienen que ubicar en el tiempo. El libro, como lo escribí, no lleva el ritmo de la vida, sino un ritmo totalmente dispar.

¿Por qué contarlo ahora?

Porque ya se me haría tarde cuando tenga 100 años.

¿Cuántos tiene?

Ahorita tengo 15 años. Ésa es mi edad actual. Las demás edades ya las viví y ya terminé con ellas. He vivido 79 años.

Dice usted que el éxito es enfrentar los fracasos sin perder el entusiasmo, ¿cuáles han sido sus fracasos?

He tenido muchos fracasos, pero nunca perdí el entusiasmo. Por ejemplo, cuando era muy joven y salí de Olivetti, quise hacerme empresario independiente. Puse una tienda de máquinas de escribir, pero también le agregué artículos del hogar. Yo era vendedor, sabía cómo vender, me puse a vender y vendía bien... pero no cobraba.

¿No sabía cobrar?

No, y no conocía los trucos de las cobranzas que existen en México y cómo la gente no paga o tiene un poquito de retrasos. Eso me llevó a fracasar en ese intento, pero no había que perder el entusiasmo.

¿Cuál es el principal error que cometen los empresarios mexicanos?

Aspirar a crear algo sin poner todos los factores juntos. No completamos esa información porque creemos que lo sabemos todo y los empresarios mexicanos vivimos mucho de la intuición. Una vez que aprende uno esto, la única cosa que se requiere para que las empresas tengan éxito, pequeñas, medianas y grandes, es complementarse con talento externo, con un servicio por fuera.

¿Cómo se mide el éxito?

Es la congruencia de los objetivos personales con los objetivos familiares, que siempre son ampliados, y con la realidad.

¿Cuál es el golpe más fuerte que le ha dado la vida?

Haber aprendido que solo no podía hacerlo y que tenía que tener el apoyo de mucha gente. La soberbia es muy mala consejera y hace que uno se golpee contra la realidad.

Pero era joven, con dinero y futuro, no era fácil dejar de ser soberbio...

El dinero no llega pronto, llega después de un largo proceso de trabajo. Para mí fue una gran experiencia haber fracasado tan joven, porque me vacunó para los siguientes pasos, me obligó a ver las cosas con diferente perspectiva de tiempo.

¿En...

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