Entrevista / Julian Schnabel / Cruce de miradas

AutorGabriel Lerman

LOS ÁNGELES.- De la misma forma en que el periodista Jean-Dominique Bauby tuvo que desarrollar una manera para comunicarse tras un ataque cerebrovascular que lo dejó paralizado, el artista Julian Schnabel debió crear un lenguaje especial para contar esa historia a través del cine. En ambos, la imaginación y la memoria fueron clave para llegar al espectador.

Pintor neoexpresionista, cuentista y cantante, el neoyorquino Julian Schnabel presenta su tercera película, La escafandra y la mariposa, basada en el libro autobiográfico de Bauby y en la que se adentra en el mundo del personaje con un especial manejo de la cámara.

"Como soy un pintor que nunca quiere hacer una obra que se parezca a la anterior que ha hecho, pensé que en La escafandra y la mariposa iba a tener una paleta muy interesante", dice Schnabel. "Yo quería encontrar una manera diferente de mirar una película, y aquí tuve la oportunidad de buscarla".

Utilizando todos sus recursos como pintor y ayudado por el extraordinario director de fotografía de Steven Spielberg, Janusz Kaminski, Schnabel logró plasmar en la pantalla grande la experiencia de estar encerrado en un cuerpo inerme y vivir para contarlo.

Con este filme, Schnabel ya ganó el Premio al Mejor Director en el Festival de Cannes, así como el Globo de Oro; además, figura en la lista de favoritos para llevarse el Óscar en la misma categoría y su obra está a la vez en la terna de Mejor Fotografía, Guión Adaptado y Edición.

"Bauby dejó de tenerse pena a sí mismo, porque tenía un trabajo por hacer, y en ese año y tres meses pudo revivir su vida. Permaneció vivo durante el tiempo suficiente para terminar el libro. Y murió 10 días después de que éste se publicara", narra Schnabel.

Durante todo el filme vemos cómo una persona mira el mundo que le rodea, ¿cómo hizo para que La escafandra y la mariposa fuera visualmente interesante?

A mí me aburren muchísimo las tomas sobre el hombro para contar una conversación, porque no importa qué historia se esté contando parece que hay una sola manera de hacerlo. Siempre digo que no hay un lenguaje personal, sino una selección personal del lenguaje, pero la gente suele no esforzarse mucho para encontrar su selección personal del lenguaje, simplemente aceptan lo que les enseñaron en la escuela de cine. Tal vez esta manera mía de mirar las cosas tenga que ver con que nunca fui a la escuela de cine y, por lo tanto, no sé demasiado sobre el tema.

Es obvio que provengo de un lugar muy diferente a los otros directores de cine. Cuando me pongo a mirar el rectángulo de la imagen cinematográfica, observo grandes figuras atravesando ese cuadro, apareciendo desde diferentes ángulos e, incluso, puedo ver ese rectángulo como si fuera una escultura y, ¿por qué no?, viendo la pantalla como una...

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