Entrevista / José Woldenberg / 'El voto nulo no cuenta'

AutorMiguel de la Vega

Fotos: Odette Olguín

José Woldenberg no necesita cargo público para ser una autoridad en materia electoral. Basta con escucharlo hablar, explicar y apasionarse con el tema.

En su minúsculo cubículo de la Facultad de de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, el académico deshace a pedazos los mitos de quienes promueven la anulación del voto, desmonta la escenografía de el-pueblo-bueno contra los-políticos-malos y plantea sustituir el dogmatismo con objetivos concretos y, sobre todo, alcanzables. En resumen, para Woldenberg, anular es excluirse.

¿Votar o no votar?

Votar, por supuesto.

¿Por qué?

Porque en México, desde hace muy pocos años, las elecciones son auténticas, porque los votos realmente cuentan, porque en la boleta hay 10 partidos políticos y ahora está la novedad de los candidatos independientes. Porque estoy convencido de que hay que fortalecer esa rutina que tiene un enorme significado civilizatorio.

¿A qué se refiere?

La humanidad no ha inventado un mejor método para dotarse de gobernantes.

Dicen que un voto anulado es un voto desperdiciado...

Un voto anulado es un voto anulado. Es muy probable que acabe expresando un malestar, pero no va a impactar la configuración de los gobiernos ni de los congresos.

Pero es una especie de voto de censura, una crítica...

Sí, pero la censura tiene otros conductos para expresarse: uno puede ser parte de una organización crítica, puede escribir; puede, a través de las redes, mostrar su anuencia o su crítica a diferentes corrientes políticas.

¿Para eso no sirve el voto?

El voto es para decidir. Así decidimos quién gobierna y cómo se conforman los cuerpos políticos. En ese sentido, el voto nulo no tiene impacto. Para decirlo de otra manera, el 8 de junio, espero, vamos a saber más o menos cómo se configura la Cámara de Diputados, quienes serán los presidentes municipales y cómo se van a conformar los congresos locales. Y en esa operación, que es la que per se le da sentido a la elección, el voto nulo no cuenta.

El voto es, entonces, ¿una herramienta?

El voto es para decidir. Eso está en el código genético de las elecciones, el elector se encuentra con diferentes opciones y opta por una de ellas.

El problema es que para muchos tener que votar por uno de esos 10 partidos es como escoger entre ser devorado por las ratas o morir ahogado...

En muchas ocasiones, en efecto, el voto es por el menos peor... pero no en todas. Eso es importante: no se puede defender la tesis de que "todos son iguales"...

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