Entrevista / José Manuel Solís Mata / 'No soy un monstruo'
Mucho antes de que se desplegara la violencia por el narcotráfico, la Ciudad solía perturbarse ante crímenes pasionales, riñas entre pandillas, ejecuciones aisladas.
Esto cambió el 3 de marzo del 2005 con el anuncio de la Policía Ministerial de que había capturado a un albañil de 22 años, José Manuel Solís Mata, quien fue presentado como asesino en serie de cuando menos tres homosexuales, aunque se advirtió que se investigaban otros crímenes.
La Ministerial lo llamó "Pie Grande" porque las huellas de sus tenis número 9 lo habrían delatado.
METRO lo entrevistó entonces y narró su vida familiar violenta y un abuso sexual que sufrió en la infancia (Días de furia, 2005). De los tres crímenes que se le imputaban sólo reconocía uno: el del empleado de la Secretaría de Educación estatal Gilberto Alcalá López, de 41 años, cometido en junio del 2004. Nunca aceptó el de Jaime Espinoza Gutiérrez, de 20 años, que bajo el nombre de "Jessica" trabajaba en espectáculos travestis, asesinado ese año, y el de Gerardo Castillo Tomás, de 21 años, dedicado a darle vida al Payaso "Tallarín" y ultimado en el 2003.
Gilberto fue ahorcado en su propia casa, en Apodaca, tras convivir con su asesino. "Jessica" fue encontrada sin vida con el cráneo roto en un baldío de ese mismo municipio y Gerardo fue asesinado también con un golpe contundente en el cráneo, en un lote abandonado de Morones Prieto y Gonzalitos. Según la autoridad, José Manuel contactaba a víctimas potenciales en bares que frecuentaban personas LGBT y las asesinaba porque veía en ellas al agresor de la infancia.
En ese 2005, un joven José Manuel, esquivo y malencarado, dijo que fue golpeado y amenazado para que firmara por los tres crímenes, lo que hizo, pero sólo fue sentenciado por los de Gilberto y Gerardo. Además, añadió, calzaba del 11, no del 9.
Consultado hace días, Aldo Fasci, entonces Subprocurador de Ministerios Públicos, reconoció que las técnicas de investigación de ese año estaban lejos de las actuales, pero que las evidencias periciales fueron contundentes.
En la actualidad, José Manuel está cumpliendo su primera sentencia en el Penal de Cadereyta. Luce muy delgado, sereno y queda poco del cabello abundante con el que lo detuvieron hace 16 años.
¿Quién eras antes de llegar a las noticias?, se le pregunta.
"¿Quién era yo...?", lo piensa. "Era una persona se podría decir muy despedazada, no estaba completo, ¿si me entiende?, no tenía un camino. El camino lo estaba intentando trazar con la...
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