Entrevista / José María Basanta / Un capitán muy mexicano
| Autor | Dulce Moncada |
José María Basanta es argentino por nacimiento, pero después de cinco años es mexicano por convicción.
El capitán de los Rayados recibió su carta de naturalización hace ocho días, aunque echó raíces mexicanas desde que llegó a la Sultana del Norte a mediados del 2008. Fue aquí en donde se enamoró de México, de sus costumbres, de su gente y de su historia.
En una relajada charla con CANCHA, el espigado central reveló sus experiencias con las salsas, la forma en que se aprendió el Himno Nacional, su gusto por los frijoles charros, las tortillas y su admiración hacia personajes históricos como el revolucionario Francisco Villa y el muralista Diego Rivera.
¿Qué tanto sabes de costumbres mexicanas?
"La verdad que de costumbres sé lo que veo, lo que he vivido en estos 5 años. Sé de comidas, pero no todas las consumo.
"Sé de algunas fiestas que se celebran como la Independencia, en 1810; la Revolución Mexicana, el 20 de noviembre de 1910 con Madero; el 5 de Mayo la Batalla de Puebla; en diciembre festejan a la Virgen de Guadalupe, el día 12".
¡Te sabes hasta las fechas!
"Y sí", dice sonriendo. "Para mi naturalización tuve que aprenderme algunas cosas para un examen sobre la Historia de México hace cuatro meses".
¿Has festejado un 16 de septiembre?
"Sí, de hecho estuvieron mis papás una vez, me invitó un vecino. Fuimos a comer y después estuvimos en el festejo. Me parece que es una tradición llena de colorido y que enorgullece a los mexicanos".
Hay muchas diferencias entre México y Argentina, ¿qué es lo que te gusta de México?
"México resalta mucho en ese sentido, se festeja mucho cada fecha y eso está muy bueno".
¿Qué tal las comidas?
"¡Picante no! Bueno, la verdad es que como muy poquito. Cada restaurante al que voy le ponen picante a la comida, te acostumbras, pero no que le pongan mucho", dice nervioso.
¿Comes salsas?
"Es difícil comerlas, no las preparo. No puedo acostumbrarme a algo tan picante. Como tacos de barbacoa, de huevo, de guisados, de carne. No suelo ponerles cilantro ni cebolla, limón, nada. De hecho, las comidas en mi casa son casi sin sal, como muy sano, imagínate el picante mucho menos.
"Recuerdo, como anécdota, que cuando llegué a Monterrey tenía un hambre bárbara. Fui a Plaza Fiesta San Agustín a un restaurante y pedí una hamburguesa. La mordí y probé sin querer un chile jalapeño. ¡Ya te imaginarás! Me picó mucho, la tuve que cambiar y a partir de ahí pregunté si tienen picante o no".
¿Has probado cervezas regias?
"Ah, sí, sí...
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