Entrevista / John Harris / Un viaje al interior de los protones

AutorJosé Gordon

El Premio Nobel George Wald decía que los físicos son el instrumento que tienen los átomos para conocerse a sí mismos. En este viaje al interior de la materia se han cruzado fronteras inimaginables. El núcleo de los átomos está hecho de protones y neutrones. Si vamos más a fondo nos encontramos con la idea de que dentro de los protones están confinados los quarks. Estas partículas fueron nombradas así por el físico Murray Gell-Mann a partir de una frase en el Finnegans Wake de James Joyce, donde aparece la palabra quarks. Se supone que los quarks no pueden ser liberados.

Sin embargo, como me dice el físico John Harris, de la Universidad de Yale, siempre le han intrigado las obras de Shakespeare que plantean un conflicto entre las apariencias y la realidad; Harris, quien también es investigador del colisionador de partículas del CERN, en Suiza, me guía en un recorrido -que registran las cámaras de Canal 22- por el Colisionador Relativista de Iones Pesados (RHIC) en Long Island, Nueva York.

Este acelerador tiene una circunferencia de 3.8 km. Está conformado por dos anillos superconductores. Los núcleos de los átomos pesados viajan casi a la velocidad de la luz, giran en direcciones contrarias en cada anillo y chocan en varias intersecciones como si fueran trenes diminutos que generan miles de partículas elementales que vuelan por todos lados.

El doctor Harris me explica que pueden darse entre 20 mil y 30 mil colisiones por segundo: "Se estima que cuando estos núcleos colisionan tenemos temperaturas que son dos veces 10 a la 12 potencia, lo que equivale a dos billones de grados de temperatura absoluta. Esa fue la temperatura del Universo a los diez microsegundos de su existencia".

Con estas energías tenemos una especie de teatro para apreciar lo que pasó unos instantes después del Big Bang.

Explorar estos instantes es una de las razones por las que se construyó el RHIC. La gente le ha llamado un mini-Big Bang. Se predice, por modelos estándar de la física, que toda la materia que existía en el Universo, en esos primeros momentos, era una sopa de quarks y gluones. El Universo tiene 13 mil 700 millones de años y ahora hemos podido remontarnos a 10 millonésimas de segundo del Big Bang. Así hemos retrocedido un largo camino y entendemos mucho de lo que ha pasado desde entonces.

¿Es como ver una película al revés?

Sí, en efecto. El Universo se ha enfriado, pero ahora podemos retroceder en el tiempo, utilizando aceleradores, máquinas, técnicas...

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